Cuenca lleva 39 días sin lluvia y sus ríos se complican
El río Tomebamba está en un periodo de sequía hidrológica debido a su caudal por debajo de la media por segundo
Este 20 de agosto, Cuenca alcanza 39 días sin lluvias y esta condición pone en aprietos a tres de los cuatro afluentes que atraviesan la capital azuaya y alimentan a las plantas de agua potable.
El río Tomebamba fue declarado en estiaje por los técnicos de la Empresa Municipal de Agua Potable, Telefonía y Alcantarillado de Cuenca (Etapa EP) debido a que su caudal está por debajo de la cantidad mínima, que es de un 1.2 metros cúbicos por segundo.
Mientras tanto los ríos Yanuncay y Tarqui siguen manteniendo su caudal en nivel bajo, pero dentro de la media.
Rigoberto Guerrero, administrador del Departamento de Monitoreo del Clima de Etapa EP, explicó que julio y agosto históricamente han sido meses secos, pero que el promedio de lluvia llegaba hasta los 70 milímetros.
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Leer másSin embargo, el funcionario azuayo manifestó que en este 2024 el promedio de lluvia que ha caído no ha superado los cinco milímetros.
“Hay que anotar que no se descarta que el Yanuncay y el Tarqui también entren en un proceso de sequía hidrológica, en caso de que sus caudales desciendan debido a la falta de lluvia”, puntualizó.
La sequía se ha vuelto "recurrente"
Este fenómeno en la cuenca del río Tomebamba “se ha vuelto recurrente”, según explicó el técnico de la institución.
Es así que en el 2022 todo el mes de diciembre fue seco, mientras que en el 2023 se contabilizaron 118 días de sequía hidrológica y este año la cuenta ya está en 39 días, con el pronóstico de ausencia de lluvia hasta finales de septiembre.
Guerrero explicó que para terminar la sequía en la cuenca del río Tomebamba serán necesarios más de 15 días de lluvias continuas.
Con este panorama, la captación de agua en la planta de El Cebollar, alimentada con los ríos Tomebamba y Culebrillas, actualmente es sostenida por el segundo afluente.
Es así que el funcionario hizo un llamado a la población a limitar el uso del agua potable y a “ser más responsables con la realidad que estamos viviendo”.
Según explicó Guerrero, en Cuenca se consumen 200 litros de agua potable por habitante, siendo esta cifra el doble de lo que sugiere la Organización de Naciones Unidas (ONU).
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También expresó que las “secuencias de sequías hace que los ecosistemas y las zonas de recarga hídrica tarden más en recuperarse cuando llega el periodo de lluvias”. Agregó que este escenario afecta de forma directa a los embalses para la generación de energía eléctrica.
El 15 de agosto, el Gobierno central declaró en emergencia al sector eléctrico del país. Según reportes emitidos por el Operador Nacional de Electricidad-Cenace, en julio pasado se registró un decremento significativo de los aportes en todas las cuencas hidrográficas.
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