Pase del Niño Viajero: Centenares se congregan para la tradicional jornada en Cuenca

Ángeles, pastores, mayorales y otros son los trajes que centenares de personas escogieron para ser parte de las comparsas y carros alegóricos en el Pase del Niño Viajero. La fiesta se inició desde muy temprano con una eucaristía que fue oficiada por el cardenal Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil.

En tanto, ni el intenso sol no fue impedimento para que niños, jóvenes y adultos esperen en la calle Simón Bolívar, del Centro Histórico de Cuenca, por donde recorre la pasada. Esta es una de las mayores fiestas católicas de la urbe morlaca que es organizada por las madres del Monasterio del Carmen y las familias que son priostes y que reúne a más de 70.000 asistentes.

Este año tomó la batuta de la fiesta para el 2025 la congregación de los Salesianos, los comerciantes de la Feria Libre y las Fuerzas Armadas, como los nuevos padrinos del agasajo. Paul Guamán, rector del Agronómico Salesianos, explicó que este es el primer año que toda mancomunidad Salesiana sensuma a la celebración como padrinos, pero destacó que siempre han sido parte con carros alegóricos y comparsas que participan activamente.

"Este evento va en concordancia con los pilares de los salesianos en Ecuador y Azuay. Esta es una forma de llevar un mensaje de esperanza y fe para toda la población", señaló.

¿Quiénes participan en la fiesta del Niño Viajero?

La fiesta del Niño Viajero es una expresión de fe, cultura y tradición marcada por la alegría de propios y extranjeros que an adoptado activamente esta expresión cultural como propia. Es así que más de 2.000 artistas de la localidad también se sumaron con sus habilidades en danza, canto y actuación para dar vida a comparsas llenas de color.

Pablo Coronel, coordinador de los artistas, comentó que desde hace 15 años se sumaron los artistas de la urbe para rescatar las tradiciones y poner en valor la representación de las tradiciones de los pueblos originarios del Ecuador.

Es por eso que en la sección de los artistas se ve a danzantes con trajes de los pueblos como saraguros, cañaris, montubios, de las culturas amazónicas, entre otros. Los trajes para este grupo es confeccionada a lo largo del año y está a cargo de Coronel. Él se encarga de dotar de los vestuarios a todos los participantes.

También participa la comunidad como iniciativa propia. Gladys Panamá llegó revestida de mayoral con una pequeña canasta en su espalda para la ofrenda al Niño Viajero. Ella recuerda que esta tradición la aprendió de sus padres y hoy la comparte con su hijo y nieto con quienes salieron revestidos a presentar sus agradecimientos a los favores recibidos por el Niño.

"Este año mi ofrenda al niño es la comida. Hay muchas familias y niños que les falta un plato de alimentos al día. Agradezco a Dios por todo lo que nos ha bendecido", comentó.

La lluvia se hizo presente

Otro de los atractivos de esta gran fiesta católica es la entrega de la tradicional chicha, elaborada por Patricia Pulla y su familia, quienes estuvieron desde muy temprano en el sector de la iglesia de El Cenáculo para entregar 40.000 vasos de la bebida. "Este es nuestro aporte por el Niño. Él es milagroso y solo pido porque todas las familias tengan un feliz navidad y sientan en sus corazones la presencia del niñito", comentó.

En medio de la gran pasada, la lluvia se hizo presente, pero no fue tomada en cuenta por centenares de participantes que continuaron danzando y cantando hasta completar el recorrido de aproximadamente dos kilómetros. El público optó por sacar sus paraguas y seguir disfrutando de la fiesta y de las decenas de comparsas y carros alegóricos que aún quedan por completar el trayecto.

Así la fiesta se vive en la urbe morlaca y este año se extenderá una hora más, hasta las 17:00, cuando la imagen del Niño Viajero baje en caravana hasta la Catedral de la Inmaculada donde se celebrará una eucaristía de Noche Buena.

Para leer más contenido de Expreso, SUSCRÍBETE AQUÍ