Prevenir la violencia contra la mujer, sin inversión en Cuenca

La violencia contra la mujer e intrafamiliar es una problemática social que ubica a Cuenca como la ciudad con mayor índice del Ecuador.

La encuesta más reciente del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), de 2019, revela que 80 de cada 100 mujeres de la provincia del Azuay han experimentado algún tipo de violencia. La cifra supera a la media nacional, señalada en 32 de cada 100 mujeres.

La situación genera alerta, pues los niveles altos de violencia de género que existe en la provincia y en su capital también se evidencian en las llamadas de emergencia recibidas por el ECU-911 del Austro.

La institución indicó que entre enero y agosto de 2024 se han atendido 1.154 llamadas de emergencias relacionadas con algún tipo de violencia en contra de la mujer, de las cuales 878 han sido en Cuenca.

Además, se detalló que estas llamadas representan el 2,6% del total de emergencias que han sido atendidas en lo que va del año. En 2023, el ECU-911 atendió 1.862 llamadas.

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Con esta estadística, la realidad de las mujeres es cuesta arriba en todo Azuay, así lo observa la experta en temas de género y directora ejecutiva de la Fundación Sendas, María Isabel Cordero. “En Cuenca no dejan de haber al año unas 2.500 denuncias de cualquier tipo de violencia contra la mujer dentro del Sistema Cantonal de Protección de Derechos”, manifiesta.

Precisa que aunque Cuenca tenga su ordenanza para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres, esto no es suficiente. “Lo que hace falta es educación. Todo lo que es prevención en violencia de género es lo que está haciendo falta y es en lo que menos se invierte. La mayoría de la inversión está en la atención de las víctimas”, puntualiza.

Esto dice la dirección municipal en torno a la violencia contra la mujer en Cuenca

Esta situación ha generado que la dirección de Equidad Social y de Género del Municipio impulse un proyecto denominado Fondo Violeta, enmarcado en la última reforma a la ordenanza, donde se estipula la creación de un fideicomiso para atender a las víctimas de la violencia.

Ivonne Quezada, coordinadora de la dirección, explica que el monto económico anual será de 500.000 dólares para ser ejecutados en seis ejes de atención: cobertura a hijos de víctimas de femicidio, asistencia psicológica, asistencia legal, economía violeta, proyectos educomunicacionales para prevención y desarrollo de un dispositivo digital para ayuda y asistencia.

Sobre la asistencia a hijos de víctimas de femicidio destacó que entregarán el 50 % de un salario básico unificado ($230) en alimentos de forma anual y una vez al año (al inicio del periodo escolar) se les entregará un sueldo completo.

La funcionaria destacó que en Cuenca figuran 15 menores de edad en la lista de beneficiarios para esta cobertura. Y, en cuanto a la asistencia psicológica y legal, detalla que se inauguraron los cinco primeros centros de atención en las parroquias rurales de El Valle, Ricaurte, Sinincay, San Joaquín y Tarqui. Desde su apertura, se han realizado 17 atenciones, de las cuales 11 llegaron a las respectivas demandas judiciales. “En Ricaurte, por ejemplo, antes de que inauguremos oficialmente el centro de atención ya recibimos a cinco casos de violencia”, comenta.

Para la atención psicológica se trabaja con especialistas del Hospital Municipal, mientras que para la parte legal la Universidad de Cuenca se sumó al proyecto a través de un convenio con el ente municipal.

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En base a este conjunto de servicios asistenciales, Cordero sostiene que el fondo violeta “sigue siendo un tema de reparación y atención a la víctima mas no de prevención”.

“Si me preguntan la forma de cómo vamos a disminuir la violencia, la clave está en la educación y prevención. Si todo se sigue centrando en la atención no vamos a cambiar nada”, concluye.

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