8M: Igualdad, el asunto pendiente del fútbol ecuatoriano
La realidad del fútbol femenino en Ecuador cambió en 2019, pero no en su totalidad. ¿Qué hace falta? Jugadoras, árbitras y técnicas le responden a EXPRESO.
La realidad del fútbol femenino en Ecuador cambió en 2019, pero no en su totalidad. El amateurismo que debía quedar atrás para dar paso a la profesionalización con la Superliga Femenina no ha permitido a la mayoría de jugadoras disfrutar de sus beneficios.
Las afortunadas en cobrar un sueldo, deben lidiar con las diferencias estratosféricas en relación a lo que gana un futbolista en la primera división de Ecuador. Incluso, algunas ni siquiera tienen un ingreso fijo por dedicarse a este deporte.
Sin embargo, en Ecuador, según las autoridades, este es un primer paso para fomentar el crecimiento y desarrollo del fútbol femenino. Y, a pesar de que aún existen síntomas negativos, el aficionado está normalizando y apoyando la práctica de este deporte desde los pies de 22 mujeres.
¿Qué hace falta para lograr que fútbol ecuatoriano sea 100% igualitario? Ellas responden:
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Leer más- No creo que sea igualitario en casi todo el mundo. Falta todavía mucho. Se necesitan leyes que apoyen a la mujer dentro del deporte, reglamentos internos en las federaciones y desarrollo administrativo de los clubes femeninos. De esta forma las jugadoras podrán tener un desarrollo adecuado y así se sumará mayoritariamente la hinchada. Se han dado pasos importantes como el Día Nacional del Fútbol Femenino o la creación de la SuperLiga femenina. Hay que seguir pensando en grande para en un futuro tener a una mujer como presidenta de la Federación Ecuatoriana de Fútbol o de la LigaPro.
- Todavía no llegamos a ser igualitarios. Estamos en ese camino, en especial en el arbitraje con el apoyo de la comisión de árbitros que ha creído en la capacidad de las mujeres para dirigir los encuentros. Creo que falta tener el mismo apoyo económico y social que tiene el fútbol masculino para poder llegar a reducir la brecha con el fútbol femenino. Hemos demostrado que tenemos la capacidad y que hay acogida como en la final de la Superliga con más de 15 mil personas en el estadio, mucho más que en algunos juegos del campeonato nacional (masculino). Debemos seguir creciendo con la predisposición de no dejar de luchar para cumplir con nuestros sueños.
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Leer más- No, estamos muy lejos. Marca una diferencia grande el fútbol masculino del femenino, todavía no llegamos ni a la tercera parte ni en espacio, ni en remuneración. Falta respaldo de los clubes y de las empresas privadas. Los dirigentes no cambian esto y ese es el anhelo de todas las que conformamos el fútbol femenino. En países como Uruguay y Chile se firman verdaderos contratos profesionales, no como nosotros que dicen ser profesionales pero nos mantenemos dentro de lo amateur.
- El fútbol no es igualitario porque aún su plataforma y sus bases no lo son. El fútbol femenino aún carece de una infraestructura sólida empezando por el fútbol formativo o base que es muy bajo en nuestro país. Todavía no existe competencia en categorías formativas sub-8, sub-10, sub-12 y eso dificulta lo procesos. Si bien es cierto que la creación de la liga femenina es muy positiva y se ha dado más apoyo, hay detalles como los que mencioné que para mí marcan la diferencia.
- Para que el fútbol femenino sea igualitario falta mucho yo creo que falta el compromiso de los dirigentes y que no sea obligación para los clubes tener equipos femeninos… También que el jugador profesional se involucre con el fútbol femenino, es bueno para nosotras sentir ese respaldo, nos motiva el compartir ideas y dialogar después de un entrenamiento. Falta mucho para un fútbol igualitario, pero estamos ganando ese espacio. Creo que la gente de la FEF debe empezar por premiar también al campeón de la Liga Femenina.