Álex Quiñónez: Su legado deportivo, un ejemplo de superación

Álex Quiñónez es considerado el mejor velocista ecuatoriano de todos los tiempos, debido a sus logros deportivos, su participación en Juegos Olímpicos y Mundiales de atletismo. Los 200 metros planos fueron su trinchera desde donde luchó para representar al Ecuador. Entre éxitos y caídas, su legado va mucho más allá del deporte.

En el año 2012, el corredor oriundo de Esmeraldas, logró meterse en la élite del atletismo mundial, cuando se clasificó a la final de los 200 metros planos en los Juegos Olímpicos de Londres, siendo el único representante sudamericano. Ahí se enfrentó 'mano a mano' con el equipo Jamaiquino, liderado por Usain Bolt, quien era considerado el hombre más rápido del mundo y que luego se convertiría en una leyenda deportiva. Quiñonez finalizó séptimo e hizo historia en el deporte ecuatoriano, sin embargo, el éxito y la fama lo llevaron a una declive, que incluso lo obligaría a retirarse.

A pesar del éxito conseguido en Londres 2012 y de perfilarse como una opción a medalla en los siguientes Juegos Olímpicos, Quiñonez se alejó de los entrenamientos y en el año 2015 se desvinculó de su entrenadora Yosvaina Molina, además, no participó en competencias durante el ciclo olímpico por lo que no pudo repetir su participación. Fue retirado del programa de alto rendimiento y parecía ser el fin de su carrera como corredor.

Cuando se le preguntaba por qué se había retirado en su mejor momento, él reconocía que tomó las decisiones equivocadas y que no supo cómo manejar el éxito conseguido. Durante su ausencia del atletismo llegó a realizar labores como albañil y mecánico para sustentarse.

Ángela Tenorio y Marisol Landázuri, sus compañeras de equipo, fueron quienes le insistieron y apoyaron para que regrese a los entrenamientos. En 2017 volvió al equipo nacional de velocidad y regresó a las pistas de competencia. El talento de Quiñonez seguía intacto y en la competencia preparatoria para los Juegos Bolivarianos de ese año se coronó campeón en 100 y 200 metros del interclubes.

En el 2019, A sus 30 años, Quiñonez tuvo un resurgimiento como deportista. Fue campeón panamericano, medallista de plata en la Diamond League  y se quedó con la medalla de bronce en el Mundial de Atletismo que se desarrollo en Doha, donde obtuvo una marca de 19,98 segundos en la final de 200 metros planos.

El esmeraldeño tuvo un regreso soñado, pocos atletas pueden volver a meterse en la élite de un deporte después de retirarse tanto tiempo. Para cerrar el año 2019 como el mejor de su carrera, el FC Barcelona lo fichó para representar a su equipo de atletismo, además se clasificó para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.

El ecuatoriano tenía registrado en el sistema Adams como lugar de entrenamiento, Florida, Estados Unidos. En junio y septiembre del 2020, Quiñonez no pudo ser localizado por la AIU para controles de dopaje y en el 2021 se repitió. Al no poder realizarle las pruebas por 3 ocasiones, fue sancionado por el tribunal disciplinario de la AIU hasta el 24 de junio de 2022. 

A pesar de la sanción, el velocista presentó la apelación correspondiente y viajó a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, esperando una resolución que le permita competir, sin embargo, el tema no pudo ser resuelto a tiempo y quedó fuera. Esta sería su despedida del atletismo. “Quiero pedir disculpas al país por todo lo que está pasando. No hay que echarle la culpa a nadie. Lo siento de todo corazón”.

La noche del viernes 22 de octubre del 2021, Alex Quiñonez fue asesinado en las calles de Guayaquil. Esta vez, las balas fueron más veloces y lograron alcanzarlo, dejando un vacío enorme que enluta al deporte y a la sociedad ecuatoriana, que cada día pierde a más de los suyos por culpa de la delincuencia.