Alfonso Quirola, tricampeón de la Vuelta a la República de rally
El orense volvió a triunfar en una definición que llevó a los amantes de la adrenalina a la Mitad del Mundo
Siempre que Alfonso Quirola gana en carretera, se quiebra: cita la memoria de su padre. “Las carreras nos unieron para siempre. Todo empezó en el karting, de niño. Hoy todo lo que hago es con su enseñanza y por él: disciplina, rigor, superación de uno mismo”.
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Leer másEl sábado 14 de diciembre el piloto ganó por tercera vez la Vuelta a la República de Rally, su Volkswagen Polo GTR R5 devoró el prime final disputado en una pavimentada y sinuosa vía interna en el desértico sector de Culebrillas. En total fueron 17 kilómetros en trepada, 4 horas, 34 segundos para cinco etapas y 1.258 kilómetros sobre ocho provincias.
Y es que para él ganar es una experiencia irrepetible. “Es el desafío de la concentración absoluta de cara a la bitácora. Si con el copiloto concentras al máximo, la tensión desaparece, te relajas; ese es el estado ideal”, teoriza.
Para el ahora tricampeón, la relación con su copiloto, Leo Rojas, fue excepcional. A su pensar es el 50% del éxito. “Somos muy buenos amigos, jamás hay tensión. Si la relación es mala, es tensa; no va, nada funciona”, comenta.
No todo es fierros y embale
Entre curvas cerradas y algunas casi en “u”, los pilotos derrocharon en la última válida conocimiento y espectáculo. El afinado ruido de los motores cuando parecen atrancarse y rompen esa sinfonía, así como las llantas chirriando y las polvaredas sobre los bólidos, provocaron euforia.
Una vuelta es más que el gran coche y su experto piloto. “Cada uno tiene responsabilidad absoluta sobre su rol: el llantero, el jefe de equipo y su liderazgo, su cálculo de combustible según distancias, tipos de suelo. Yo solo manejo, no me desgasto en nada, manejo. Es la única forma de arribar a la perfección”, sentencia.
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El fin de semana, al pequeño desierto llegó una emocionada asistencia que vitoreó a los pilotos. El orense comentó que tras la victoria, hay un prolijo trabajo de un equipo que no se ve: abastecimiento y mecánica. “Es un engranaje completo”.
Quirola a 7.000 RPM
En 2021 Quirola pisó pedal a fondo. En ese entonces fue en un Kia Proto, con el copiloto Ramiro Arévalo, con quien ganó las seis etapas cronometrando 5:57:23; sobre cerca de 1.000 kilómetros.
Con ese “prime” a la vena, repitió en 2022. Terminó en Tungurahua, tras 5:41:42 horas de saltos, embaladas y derrapes. Ahí el Kia Proto ya fue preparado por expertos extranjeros; en el asiento de al lado iba Leo Rojas.
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Leer másEcos y motores del final
La edición 45 de la Vuelta a la República de Rally fue organizada por la Federación Ecuatoriana de Automovilismo y Kartismo (FEDAK), con el apoyo de “1001 carros.com”. Tras Quirola se ubicó el Citroen de Andrés Guerra y Eduardo Sempértegui. Enseguida, el Citroen de Byron Jiménez e Israel Andrade. Finalmente cuarto fue el Ford de Rubén Cuenca y Xavier Pinos.
El prime de Culebrillas fue el cierre de la competencia. Al final, el ambiente de camaradería despidió a los aficionados de esta cultura rally que augura nuevos y mejores momentos para esta vieja y entrañable pasión por los autos, corriendo a límite.
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