
Anahí Suárez retoma su prueba favorita en el atletismo
Tras superar lesiones, la velocista retoma los 100 metros con fuerza, sumando medallas. Apunta clasificar a Los Ángeles 2028
Para 2025 la velocista Anahí Suárez y su entrenador Nelson Gutiérrez tomaron la decisión de que retome su prueba favorita, la de 100 metros planos. La velocista, tras superar algunas lesiones que le afectaron el 2024, ha empezado con fuerza en las competencias al coronarse campeona nacional en su distancia favorita y también en las distancias de 200 y 400 metros.
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A esto le sumó una medalla de plata en los 100 metros, alcanzada en el Sudamericano que se realizó en Buenos Aires, Argentina, y el mismo metal en los 200 metros haciendo el '1-2' para Ecuador junto a Nicole Caicedo.
“Estoy muy feliz por los resultados conseguidos en este regreso a la prueba de 100 metros. Hace tiempo le estaba pidiendo al ‘profe’ Nelson el retomarla, pero por cuestiones de salud y estado físico no pude hacerlo el año anterior”, afirmó la velocista.
Agregó que “poco a poco vamos a ir adaptándonos de nuevo porque es prácticamente empezar de cero, volver a conocer la prueba, pero confiando en que tenemos buenas sensaciones y eso es lo importante”.
Anahí destacó la preparación que ha realizado junto a otros velocistas tricolores en Portugal, donde tuvieron una base de entrenamiento. “Estamos con una preparación muy fuerte, la base de entrenamiento en Portugal fue muy buena. Feliz de contar con estas oportunidades de entrenar en Europa para poder mejorar nuestro nivel”.
La meta de Anahí es bajar su mejor marca personal (11,16) en los 100 metros a 11 segundos y poder clasificar a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
CON LOS LIBROS Y LA FAMILIA

A la par de los entrenamientos, la velocista cursa estudios de Psicología, en la modalidad a distancia. “Es difícil compaginar estas dos facetas, pero no imposible. Salgo cansada de los entrenamientos y después tener que asistir a clases es duro, pero me voy acoplando de a poco a esa nueva vida”.
También ha dedicado más tiempo a su familia, que vive en Imbabura, a quienes antes no podía ver seguido al estar enfocada en el atletismo.
“Antes de París 2024 tuve la pérdida de mi abuelo, que fue mi figura paterna, y eso me hizo valorar más la familia. Sé que es difícil al ser una deportista de alto rendimiento, pero cada vez que tengo tiempo los visito. Paso más tiempo con ellos y eso es importante porque me llena y vuelvo con más energía”.
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