La ancestral barra del Ponchito
La agrupación que alienta al Mushuc Runa realiza cánticos en quichua con instrumentos autóctonos, además de tener como norma no insultar a los rivales
Regresaron para alentar a su equipo, a ese que llevan en el alma y corazón. Son organizados y colaboradores. Se trata de los integrantes de la barra del equipo más joven de Tungurahua, liderado por indígenas: la barra del Club Deportivo Mushuc Runa.
Copa Sudamericana: Liga de Quito derrotó a Mushuc Runa en Ambato
Leer másEn el 2011, el equipo ascendió a la Serie A del fútbol profesional, pero tres años antes la agrupación ya estaba organizada y los acompañaba a todas partes. Lenín Valencia fue el primer costeño en ser parte de la agrupación y expresó que el principal requisito es no ser ofensivos y respetar las tradiciones ancestrales. Él se adaptó y ahora sigue al equipo a donde vaya.
Son alrededor de 50 integrantes, en los inicios solo eran varones, pero desde antes de la pandemia se iban integrando mujeres. En las gradas se los observa con su vestimenta típica: los hombres con poncho rojo y rayas negras que es elaborado con lana de borrego, y la camisa y pantalón blanco; mientras las damas, llevan el tradicional anaco negro, blusa blanca tejida con los colores de la Pachamama y las bayetas (especie de bufanda) de diferentes colores.
Édgar Ramos y su hermano Cristhian son integrantes de la barra y tienen el ritual de llegar con casi una hora de cada encuentro, para los que llevan su bandera y camiseta, tal como lo hicieron el 19 de febrero ante la Universidad Católica, cuando por fin pudieron volver a los escenarios deportivos. Sus implementos alusivos al club se la colocan al entrar al estadio “es una cábala que tengo desde que sigo al equipo, hace más de diez años”, expresó Édgar.
Son oriundos de la parroquia Santa Rosa a 30 minutos de Echaleche, la comunidad indígena situada a 3.250 metros sobre el nivel del mar y en donde fue construido el estadio del equipo. Ambos se muestran contentos porque ‘han regresado a casa’, en el estadio de Echaleche. Les gusta acompañar a la barra, a todos los rincones del país. “Esta barra es diferente a las demás porque se cuida mucho no insultar a los visitantes de los equipos. Antes seguía al Barcelona, pero en el 2011 que el Mushuc Runa ascendió entendí que mi corazón le pertenecía”, dijo el joven.
Mushuc Runa analiza no jugar la LigaPro de 2022
Leer másKléber Chaluis Tisalema acostumbra arribar con los instrumentos para darle más ritmo a las canciones. Recordó que entre los fundadores de la barra fueron Diego Pandi y Lenín Valencia y desde el inicio pusieron las reglas que para ser respetados dentro y fuera, debían poner el ejemplo y por eso no permiten que nadie ofenda a los visitantes; ni cuando ellos van a otros estadios.
“Damos valor al nombre del equipo Mushuc Runa que significa Hombre Nuevo. Quienes se portan malcriados les hacemos un llamado de atención y si no entienden los expulsamos. No se necesita insultar a nadie para disfrutar del fútbol”, expresó Chaluis.
En la camioneta lleva dos bombos grandes, cuatro tambores chicos, dos redobles, un esterbil, una trompeta, un guiro y dos sapos. “También nos acompañan los pingulleros y tamboreros, pero ellos son los ancianos de la comunidad que solo asisten en fechas más especiales, ya que son parte de las tradiciones culturales de la comunidad”, resaltó Chaluis.
Ya dentro del estadio se repartan los instrumentos. Las mujeres se colocan cerca y empiezan a aplaudir al equipo y alentar, mientras los hombres tocan los objetos sonoros. Las canciones que fueron tomadas de la barra del Boca Juniors de Argentina, las adaptaron con letra en quichua y español.
Elsa Tenelema es una de las integrantes y quien siempre está en movimiento. Baila, canta y hasta chifla con sus labios de la emoción de alentar al equipo que resalta sus raíces autóctonas. “Somos hinchas del Ponchito desde que se formó, le acompañamos a los interbarriales hasta el ascenso. En la barra cantamos con el corazón y más ahora que regresamos a los dos años. Pero nos cuidamos mucho de no agredir al otro equipo o a sus visitantes”, aseguró la joven oriunda de Echaleche.
La barra no solo está lista para seguir al equipo cuando juega, lo hacen también para apoyar en acciones en beneficio de la comunidad. Si los convocan a las mingas, asados o para el traslado de los jugadores, ellos lo hacen.
Aquiles Álvarez pide sanción para Luis Chango
Leer másPara movilizarse no tienen inconvenientes, porque el presidente vitalicio del club Luis Alfonso Chango, les provee del carro. Este año volvieron al concierto internacional, pero lamentablemente no pasaron de la primera ronda de la Copa Sudamericana frente a Liga de Quito. Esperan acompañar nuevamente fuera del país al equipo confiando en una futura clasificación, donde volverán a ondear sus ponchos, como ya lo hicieron en el 2019 ante Unión Española en Chile, dando muestras de la cultura indígena de Tungurahua.