Andrés Chocho encontró refugio en El Cajas
El marchista cuencano ya está clasificado a los Juegos Olímpicos de Tokio en los 20 km, pero su ambición es conseguir un cupo en los 50 km.
Apenas vio la oportunidad, Andrés Chocho salió de su casa para entrenar al aire libre, algo que había anhelado desde que inició la emergencia en el país.
Pero al caminar las dos cuadras que lo separan de un parque con pista atlética, descubrió que mucha gente tenía la misma urgencia que él por salir al espacio público.
Así que tomó una decisión: ‘huyó’ de la multitud y se fue al parque El Cajas, escaló la montaña y allí pudo entrenar sin nadie alrededor, lo que le permitió quitarse la mascarilla.
El marchista cuencano pudo resistir el aislamiento en su casa, ubicada en la capital de Azuay, gracias a que posee una máquina caminadora. “De otra manera habría sido imposible”, sentenció.
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Leer másDesde que las normativas cambiaron y permiten que las personas salgan a la calle, Chocho realiza dos jornadas de entrenamiento. Una en sitios alejados, para correr, y la otra dentro de casa, con implementos.
El 14 de marzo el deportista, de 36 años, debía trasladarse a Eslovaquia, donde buscaría la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio en los 50 kilómetros, aunque en los 20 km ya está clasificado.
La Federación Internacional de Atletismo informó a sus deportistas que quienes consiguieron ya sus cupos para Tokio hasta el 30 de marzo, siguen formando parte de la cita deportiva, así que Chocho aseguró su presencia allí.
Pero desde que participó en sus primeras Olimpiadas, las de Río de Janeiro 2016, su ambición ha sido clasificar para la competencia de 50 km.
“Estaba en excelente forma. Primero tenía que desplazarme a un campamento en Portugal y, como ya estaba el problema por la pandemia, llamé para preguntar. Me dijeron que ellos no cerrarían el campamento, pero de todas formas decidí cancelar el viaje. Fue la mejor decisión de mi vida. Me habría quedado atrapado en Portugal porque cerraron dos días después”.
Gracias a que forma parte del Plan de Alto Rendimiento, la situación económica del cuencano se mantiene estable. Recibe un ingreso mensual que le ha permitido adquirir todo lo necesario para sobrevivir en época de encierro.
En Cuenca reside con su pareja, la también marchista Érica Sena. Esta deportista brasileña, además de ser la compañera de vida de Chocho, también es su aprendiz.
Sena es una de las jóvenes a las que el cuencano entrena. También tiene a su cargo a la marchista ecuatoriana Glenda Morejón.