
Barcelona 100 años: Jugadores que fueron hinchas antes de cumplir su sueño en cancha
De la tribuna a la cancha: los hinchas que se convirtieron en leyendas de Barcelona SC
Barcelona SC no solo es grande por sus títulos o por la pasión que despierta en millones. También lo es por esas historias que se gestan fuera del guion, donde los sueños de los hinchas se hacen realidad sobre el césped. En sus inicios, cuando el fútbol aún era un juego más que un espectáculo, muchos de los que defendieron la camiseta amarilla comenzaron como simples aficionados.
Antes de 1957, cuando el profesionalismo aún no era norma en el balompié ecuatoriano, Barcelona jugaba en torneos provinciales con jugadores que, más que atletas de élite, eran apasionados que representaban al equipo por amor.

Los recuerdos de los hinchas que fueron jugadores
El salto al profesionalismo trajo nuevas figuras, pero también consolidó esa tradición única: la del fanático que se vuelve jugador. Ejemplo de ello fue la icónica defensa conocida como la “Cortina de Hierro”, integrada por Vicente "El Ministro" Lecaro, Luciano "Pollo" Macías, Alfonso "King" Quijano y Miguel "Cortijo" Bustamante.
Más que futbolistas, eran ídolos nacidos del sentimiento. Ganaron los títulos de 1963 y 1966, y se ganaron un lugar eterno en la historia del club.
El caso de Juan Madruñero Montoya, apodado “El Baby”, es otro ejemplo de esa conexión emocional. Fue el jugador más joven en debutar con el Ídolo del Astillero, y su carrera fue tan brillante como precoz: seis títulos nacionales y ocho participaciones en Copa Libertadores. Siempre se lo recuerda no solo como campeón, sino como el hincha que cumplió el sueño de millones.

En el arco también brilló un confeso barcelonista: Carlos Luis Morales, figura de los años 80 y 90. De niño alentaba desde la tribuna; de adulto, se convirtió en el guardián de la portería amarilla. Aunque su carrera también incluyó un paso por Emelec, su identidad futbolística está indiscutiblemente ligada a Barcelona.
Pero si hay una historia que resume lo que significa jugar con el corazón, es la de Jimmy Montanero. Capitán durante más de una década, símbolo de liderazgo y temple, Montanero fue pretendido por varios equipos, pero nunca se fue. Desde 1984 hasta 1999 defendió los colores que amó desde niño, sumando seis títulos y convirtiéndose en una figura casi mítica en el camerino torero.
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