Barcelona: Adiós a Don Berna, el coleccionista de títulos
Más que un utilero, Bernabé Zambrano era historia viva en Barcelona. Falleció no sin antes celebrar 15 de las
16 coronas de los amarillos
En la estrella 14 estuvo cerca de decir adiós; en el 2012, el robo de pertenencias en el camerino del Monumental lo mandó a la clínica con un colapso nervioso. Pero a Segundo Bernabé Zambrano Macías le faltaba ver dos títulos más, el del 2016 y 2020. El 6 de enero de 2021, a los 74 años, se unió al grupo de leyendas amarillas que descansa en paz. Fue parte del club desde cuando tenía 16 años, llegó en 1963 y laboró hasta mayo de 2019, cuando su cuerpo ya sufría múltiples dolencias debido al cáncer a los huesos que padecía, al punto que trabajaba en una silla de ruedas, pero no por eso con menor entrega y amor por la institución. Es el integrante amarillo con más títulos, estuvo con el club festejando 15 de los 16 campeonatos nacionales.
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Leer másDon Berna, como se lo conoció, fue el empleado más antiguo que ha tenido el Ídolo. Llegó al Red Park, el antiguo centro de entrenamientos del Barcelona, que estaba frente al cementerio general. Quería ser jugador, pero ese solo fue un sueño, llegó hasta la sub-18, pero patear la pelota no era lo suyo y su primer labor fue pasabolas hasta que se hizo utilero.
La noche que Barcelona logró la estrella 16 en el estadio Rodrigo Paz Delgado, una de esas medallas de LigaPro fue para él y su esposa Mechita, esos recuerdos se los dieron a su hija Yadira, quien viajó con el departamento de utilería del equipo.
Bernabé tenía cara seria, pero cuando conversaba era un baúl de recuerdos, fácil para escribir un libro de anécdotas, pero jamás filtraba un secreto o detalles de los jugadores, era una tumba, algo que forma parte de los códigos del fútbol. Cuidaba los jugadores como a hijos, a pesar de que en los 90 muchos le decían, para molestarlo, suegro. Y es en aquella época, cuando había más accesibilidad y cercanía con los futbolistas, era fácil verlo en el túnel del estadio del Coloso del Salado departiendo con ellos y los reporteros.
Por más enfermo que estuviera, él siempre estaba pendiente de Barcelona, vio la final y cómo logró el último campeonato en Quito.
Berna llegó en 1963, por cosas de la vida en el 2016 se casó en la cancha con su esposa Mechita Ibarra; ella también trabajaba en la utilería, tenía su ‘oficina’ en el Monumental, rodeado de camisetas, accesorios y zapatos, esos que en los ochentas hasta el 2000 los betunaba, todos eran color negro y de cuero. Eran otros tiempos, en los que ya se ponía sentimental, lloraba siempre que hablaba de su Barcelona, de su familia.
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Leer másUna anécdota que siempre la contaba y era fabulosa, pasó en un viaje a Argentina, pero casi le cuesta el puesto, se olvidó de los uniformes, no sabía qué hacer, los directivos ni se habían enterado, pero dos periodistas lo salvaron. Berna contaba que el fallecido relator de radio Caravana, Jacinto Landázuri Soto, hizo la mitad del milagro, le dijo que esté tranquilo que Pablo Aníbal Vela, el Rey de la Cantera, iba a viajar un día después y le podía llevar los uniformes, y así fue. Poca gente supo la realidad, al final Zambrano la contaba; hoy en el cielo, los tres seguro la están recordando.
José Cevallos en el 2016 fue quien lo casó en el estadio Monumental y lo recuerda con alegría: “Berna, un tipazo, yo llegué al Barcelona y él ya estaba, recuerdo que se encargaba de todo, desde tener listo los guantes hasta la ropa que uno utilizaba. Era muy celoso en su trabajo. Pasó toda su vida en el equipo, él era quien veía cómo los jugadores llegaban ‘pelados’ y hasta cuando se retiraban, eso pasó con la generación que estuvo en los 70, 80, 90 y 2000.
Por su parte, Carlos Alfaro Moreno, actual presidente del Barcelona, tiene un recuerdo especial con Berna. Relata que en 1994, cuando le tocó debutar en Chile, vivió un episodio muy peculiar: “Yo pensé que la pantaloneta estaba tan grande, o que me había flaqueado de tantos exámenes (antes de fichar), no me hice problemas, trate de amarrarla por dentro y a jugar; con el pasar de los meses, él me confesó que pensó que me iba a molestar, creía que era un agrandado, pero no era así”, dice el Beto.
En mis inicios Berna me ayudó muchísimo, siempre fue un buen consejero y gran persona, ahora Dios lo tiene en su gloria.
La versión de Zambrano sobre la anécdota era que pensaba que el Beto le iba a reclamar. “Berna es un grande, duele que se vaya, pero se fue con la medalla de la estrella 16, lo conocí por 26 años, desde que llegué al Barcelona, puedo decir que era una institución en el equipo”, comentó el exjugador y directivo canario.
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Leer másHoy hubo muestras de solidaridad con Mechita Ibarra y sus hijos en el cementerio Jardines de la Esperanza, donde mañana será el adiós de una persona que toda su vida vistió de amarillo.
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Leer másUno de los exfutbolistas canarios que estuvo en el lugar fue José Gavica, quien lo califica como un “maestro de la vida por sus consejos” y recuerda con humor cuando le decía: “si me pierdes una pelota me la pagas”, esto porque Pepín practicaba disparos al arco, algo para lo que Don Berna lo ayudaba con todo lo que necesitaba.
Mechita, con el inevitable pesar por el fallecimiento de su amado, reflexiona que le queda, entre otras cosas, “el orgullo de saber que siempre lo recuerdan en el club”, e intuye que lo último que salió de Don Berna fue: “Barcelona campeón”.