Barcelona patea la historia en Uruguay
El Ídolo derrotó a Progreso y ganó por primera vez en suelo charrúa, tras nueve partidos. Los toreros llegan al Monumental con un pie en la Fase 2.
Uruguay, tierra de lamentos para Barcelona
Leer másBarcelona terminó con los fantasmas uruguayos, sació la sed histórico y puso un pie en la Fase 2 de Copa Libertadores, luego de vencer por 0-2 a Progreso en el Parque Alfredo Viera. Los canarios dejaron buenas impresiones y cerrarán esta serie el 29 de enero en el Monumental.
La Noche Amarilla no podía representar un análisis riguroso de este Barcelona 2020. La primera prueba estaba en Uruguay, donde los amarillos mostraron síntomas positivos desde lo futbolístico y aprovecharon para derribar el maleficio en Uruguay, tierra en la que nunca había ganado oficialmente.
Los canarios empezaron con mucha posesión de pelota y en frente tuvo a un Progreso replegado y tibio. Barcelona lo llevaba a su área, aunque no le era sencillo quebrar líneas y obtener profundidad. La rotación entre Damián Díaz, Jonatán Álvez, Fidel Martínez y Emanuel Martínez, iban a ser trascendentales para la ventaja del primer tiempo.
Los locales intentaban vulnerar a los amarillo, pero esos movimientos en ataque dejaban mal parado al equipo uruguayo. Barcelona alertaba.
Pero con los minutos que pasaban, el local se fue asentando y adelantaba líneas. Javier Burrai tuvo sus primeras tres intervenciones salvadoras con Barcelona. De no ser por el portero argentino los locales habrían marcado.
El primer episodio se iba con el registro de la gran jugada entre Álvez y los dos Martínez, con la que sellaron el primer gol del encuentro.
Se esperaba un complemento más parejo, como los minutos finales de los primeros 45 minutos, pero la magia de Barcelona se encendió y disfrutó de un Díaz inmaculado.
No se cumplían ni cinco minutos del segundo tiempo y el Kitu filtra un pase entre líneas con el borde externo y deja cara a cara a Martínez con el portero. El simple toque desvió el curso del balón y la red atrapó el segundo gol amarillo.
Si en el ocaso del primer tiempo parecía que la situación podía tener paridad, esa conquista le permitió a Barcelona terminar de convertirse en el dueño del compromiso.
Con más calma, la presión cesó y apelaban a la posesión. Fueron, al menos, 20 minutos de control y amenaza amarilla.
Pero nuevamente, Progreso iba a tener el sprint final. Los canarios cedieron terreno y los charrúas empezaron a tener la pelota. Si en el primer tiempo Burrai había sido determinante para mantener el arco en cero, en el segundo repitió.
Aunque no fueron muchas amenazas del local, hubo un par de intervenciones importantes para el ex Macará.
La única observación que dejó el equipo de Fabián Bustos fue su sistema defensivo. Sin tener mucho en su artillería, Progreso llevó peligro al arco de Burrai. Un aspecto a mejorar en este largo camino hacia la fase de grupos. De clasificar, Barcelona jugaría con Sporting Cristal peruano.