Barcelonistas, grito de gol atragantado
Los hinchas que vieron el partido en bares y restaurantes alrededor de la ciudad sufrieron por el resultado. Confían en el 'milagro' de la próxima semana
La cantidad de veces que los hinchas de Barcelona se llevaron las manos a la cabeza, fuera del perímetro del estadio Monumental, entre quienes vieron el partido en bares, restaurantes y almacenes, fue incontable. El sufrimiento en cada llegada que estuvo cerca de concretarse fue una constante.
Mala noche, ayuno y fe por Barcelona
Leer másEn el centro de Guayaquil, en la intersección de las calles Boyacá y 9 Octubre, en las afueras de los locales de electrodomésticos, casi medio centenar de personas se apostaron a seguir de cerca el partido. Hubo quienes hasta se comían las uñas por el nerviosismo de que la pelota no entraba.
“Mi marcador es un 2-0 a favor de Barcelona, pero el gol no llega”, decía Miguel Sigüenza, quien por ser feriado caminaba con su familia por la 9 de Octubre, pero al ver que había empezado el cotejo hizo una pausa.
Más al norte de la ciudad, en la Plaza Guayarte, en el sector que está frente a la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, los restaurantes de comidas y bebidas tuvo una flujo de aficionados regular, pero muy expectante de lo que sucedía en el partido.
Mesas enteras con personas que llevaban puesta la camiseta del Ídolo padecieron hasta que llegó el gol de Aucas. El desazón y la cara de afligidos fue general. “Esperamos en Quito un milagro. Barcelona es un equipo grande y está en la capacidad de poder remontar”, precisó Luis Jaramillo, intentando apaciguar la decepción.