Brasil y Argentina celebran aniversarios de sus títulos mundiales
El 29 de junio es una fecha especial para los gigantes del fútbol sudamericano, que de la mano de Pelé y Maradona se coronaron campeones
Son exactamente 28 los años que separan a dos de las más recordadas gestas del fútbol sudamericano, con los gigantes sudamericanos como protagonistas. El 29 de junio de 1958 Brasil obtuvo su primer título mundial, en Suecia 58, mientras que en una fecha similar, pero en 1986, Argentina levantaba su segunda corona, en México 86.
Maradona podría dirigir a Ronaldinho
Leer másLa fecha no es la única coincidencia entre estos dos países, que obtuvieron dichos logros de la mano de sus referentes, Pelé y Diego Armando Maradona.
El primero de estos capítulos se dio el 29 de junio de 1958, en la final de la Copa Mundial de Suecia. Los brasileños vencieron 5-2 al combinado anfitrión, convirtiéndose en los primeros en ganar un título fuera de su continente y los segundos en imponerse al dueño de casa, poniendo algo de paños fríos al papelón que ellos mismos habían protagonizado ante Uruguay, en el recordado Maracanazo.
En la cancha del estadio Råsunda se forjó la leyenda de Edson Arantes do Nascimiento, aunque las cosas no comenzaron bien para la Canarinha, que ya en el minuto cuatro se veía abajo en el marcador, cuando Nils Liedholm puso en ventaja a los locales. Fue apenas un espejismo, porque poco después Vavá (2) , Pelé (2) y Zagallo ponían las cosas en orden.
'LA MANO DE DIOS'
En México 86 el gran protagonista fue Diego Armando Maradona. Aquel tramposo que engañó al árbitro en el primero de sus dos goles en el triunfo ante Inglaterra, marcado con lo que él llamó 'la mano de Díos'. Fue el mismo que pocos minutos después delumbró con el que muchos consideran el mejor tanto en la historia de los mundiales.
De la zurda mágica de aquel prodigio salieron las memorables acciones que tuvieron su climax en el triunfo 3-2 de Argentina ante Alemania Federal, con goles de José Luis Brown (+), Jorge Valdano y Jorge Burruchaga.
Karl-Heinz Rummenigge y Rudi Völler acortaron distancia en aquella memorable final disputada en el estadio Azteca, con el arbitraje del brasileño Romualdo Arppi Filho.