
Bruno Banchón, el prodigio del ajedrez que busca llegar a Estados Unidos
El guayaquileño es campeón nacional de la sub-8 a sus 7 años. Empezó a los 5 en la pandemia y ahora representará a Ecuador en Chicago
Lo que comenzó como un pasatiempo en la época de la pandemia de la COVID-19, se ha convertido hoy en una pasión que le está dando los mejores réditos al ajedrecista guayaquileño Bruno Banchón. Todo inició en la casa de los esposos Silvia Crespo y Xavier Banchón. Era el 2020, cuando el pequeño tenía 5 años y empezó a jugar el deporte ciencia con su padre.
El coeficiente intelectual de Bruno resultó ser avanzado y por ello buscó competencia. Ahora es campeón nacional sub-8 y prepara maletas para el torneo Panamericano que se jugará en Chicago, Estados Unidos, en agosto.
Lo que viven los Banchón - Crespo les resulta nuevo, pero están ilusionados. El pequeño es campeón nacional de su categoría y hoy en día no para de hablar de los maestros del ajedrez mundial, pronuncia sus nombres de manera correcta y hasta dice que su sueño es poder llegar a ser un gran maestro FIDE (Federación Internacional).
Su progenitora cuenta que el pequeño comenzó a dibujar todo lo del ajedrez, y que en las primeras partidas su padre lo iba guiando, sin embargo, luego Bruno fue tomando fuerza y las jugadas se hicieron realidad.
En casa todos estaban felices, hasta que vieron un día que el niño estaba jugando con tres tableros y una computadora. Pintaba ya para crack.

Bruno dice que le gustaría ser como el excampeón mundial Garry Kasparov. A sus 7 años, se ha visto más tutoriales de ajedrez que películas de dibujos animados. Sus primeros maestros han sido Fátima Macancela y Juan Carlos Ricaurte.
El jovencito comenzó como invitado a los torneos, pero luego fue campeón de la provincia del Guayas. Después, en Ibarra, llegó lo que nadie sospechó: a sus 7 años, y participando en la sub-8, consiguió el campeonato nacional y también en la categoría de juego rápido. Lo hizo ante 35 niños de 18 provincias.
Su padre dice que ahora lo que se viene es importante, vestir la camiseta de Ecuador y llevar la bandera del país a Chicago, Estados Unidos.
Bruno no para de hablar, se refiere a los grandes maestros del ajedrez, como cuando los chicos del fútbol hablan de Messi o Cristiano.
A su mamá Silvia le brillan los ojos cuando habla de Bruno, quien tiene un futuro gigante en el ajedrez y que, por ahora, prepara maletas.
Al final, lo que comenzó como pasatiempo en el encierro de la pandemia es ya un camino de triunfos, medallas y trofeos para Ecuador, que arranca en el tablero de ajedrez entre peones, torres y alfiles, buscando destronar a un rey.