Carla Heredia estaba lista para la Olimpiada de Ajedrez en Rusia
La ecuatoriana se quedó con las ganas de ir a la Olimpiada de Ajedrez, que estaba programada para agosto próximo, fue suspendida para el 2021.
La ajedrecista Carla Heredia no vio afectados sus entrenamientos por la pandemia de COVID-19, pero sí se quedó con las ganas de ir a levantar la medalla de oro en la Olimpiada de Ajedrez Moscú 2020, competencia a la que ya ha clasificado en cinco ocasiones.
“Al ser en Rusia la olimpiada me daba mucha ilusión porque tienen una larga historia relacionada con el ajedrez. Es un lugar donde el ajedrez todavía sigue muy vivo en la cultura”, manifestó la ecuatoriana sobre el torneo que se iba a realizar del 1 al 17 de agosto.
Heredia recordó que sus planes deportivos y personales dieron un giro de 180 grados, puesto que la gran mayoría de eventos deportivos en el mundo se cancelaron por el coronavirus.
La oriunda de Quito estaba lista para competir en el selectivo para la Olimpiada, clasificatorio que se iba a realizar desde el 1 al 7 de abril en Ecuador.
“Yo ya estaba lista, pero la Olimpiada fue cancelada para el otro año (2021). Tenía bastantes chances de clasificar porque era una de las favoritas para ganar la Olimpiada”, aseguró Carla sobre esta disciplina que es reconocida por el Comité Olímpico Internacional como deporte y tiene su propio evento.
La tablerista tricolor comentó que después de hacer una reflexión, el confinamiento no perjudicó sus rutinas, ya que considera que los ajedrecistas la mayor parte de su vida viven ‘encerrados’ para poder entrenar y perfeccionar sus habilidades.
“Yo entreno en casa sola durante seis horas diarias en la computadora como mínimo, con mis libros, mis tableros y algunas veces con el profesor vía online. Planificar mi vida en casa para mí no es nada nuevo”, bromeó la ecuatoriana, que reside en California, Estados Unidos, lugar donde trabaja como profesora de ajedrez en la escuela pública Hamilton.
Una odisea
Heredia regresó al país el pasado 16 de marzo, antes de que se restrinja el ingreso de personas al país.
Tuvo que viajar por más de 24 horas desde California, haciendo escala en Guatemala y Guayaquil, para llegar a la capital, Quito, junto a su familia.
Pero antes de encontrarse con sus progenitores, Alicia Serrano y Javier Heredia, primero tuvo que hacer cuarentena por 18 días en un departamento que le prestó una amiga.
“Fue un viaje largo porque normalmente el trayecto es de 10 o 12 horas. En El Salvador casi nos quedamos atrapados porque cerraron el aeropuerto, incluso nos dijeron que probablemente nos quedemos a dormir allá”, finalizó Heredia.
