Combina el deporte con la maternidad
Victoria Calisto, referente del deporte de aventura, prepara su regreso tras ser madre. Junto a la pequeña Laia, entrena para el Huairasinchi
El 2019 fue un año diferente para Victoria Calisto. Hizo una pausa a la participación en las carreras de aventura por encontrarse embarazada, pero nunca dejó de ejercitarse.
Ahora, con la pequeña Laia de cuatro meses, se encuentra en el proceso para regresar a las competencias y con la mirada fija en grandes retos.
“Este año la idea es volver. Estoy siendo paciente con mi cuerpo. En la bicicleta me siento muy bien, el trote me cuesta. Debo recuperar velocidad y resistencia, pero todo paso a paso, con metas fijas”, detalló la deportista que con su equipo, el Movistar Aventura Team, se ubica en el lugar 11 del ranking del Circuito Mundial de Carreras de Aventura (ARWS).
Guayasamín, con un reto mundial
Leer másEl Huairasinchi, principal competencia del país y que otorga un cupo al Mundial de aventura, será su reestreno a mediados de junio. Previamente, como parte de su preparación, será integrante de varias pruebas locales.
Para la segunda mitad del año tiene un gran desafío. Con su equipo participará en Nueva Zelanda en la GodZone Adventure, una prueba que calificó como “de las más emblemáticas a nivel mundial” y que es exigente y muy técnica.
“Hay que ser pacientes. La meta es llegar en la mejor forma primero al Huairasinchi, una de mis carreras favoritas, y de ahí pensar en la competencia en Nueva Zelanda”, analizó Vic, quien combina sus prácticas con la maternidad.
Cuenta con el apoyo de su esposo, Martín Sáenz, quien es el principal exponente del deporte de aventura en el país, y con quien comparte la pasión por la adrenalina. Juntos se alternan el cuidado de Laia para que puedan cumplir sin problemas con los entrenamientos.
“Nos entendemos, apoyamos y organizamos. Si él madruga para entrenar, yo me quedo con Laia; y cuando regresa, salgo a ejercitarme. Tenemos una bicicleta estática en casa, la idea es siempre estar en actividad”, detalló Calisto.
Además, han acoplado a su hija a la rutina de deportista. La han llevado en su cochecito mientras trotan o con sus juguetes les acompaña cuando se ejercitan en casa.
Victoria recordó que el embarazo fue un proceso especial que lo llevó sin dejar la actividad física. Contó que “fueron nueve meses de continuar ejercitándome acompañada de buenos chequeos médicos, una adecuada alimentación y con descanso también”. Solo después del nacimiento de su hija hizo una pequeña paralización para recuperarse.
“Hablé con mi doctor y me dijo que la única persona que puede conocer cuándo parar, era yo. Ese conocimiento interno de mi cuerpo me ayudó a conllevar el embarazo con el deporte”, enfatizó.