¿Toda la Copa Libertadores en Uruguay?

La opción empieza a tomar forma. La situación social y médica de cada país en Sudamérica hace que todos los caminos lleven a Uruguay para seguir con la Copa Libertadores de América. Según una publicación de Ovación, inclusive el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou ya ha tenido algunos contactos con el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.

El medio explica las razones para que esta idea crezca cada vez más: contratos de auspicio ya pagados; Conmebol quiere jugar y repartir el dinero; los clubes quieren jugar y percibir esos ingresos; los clubes en sus países no pueden jugar.

Además, señala que en Brasil, pese a la enorme presión política que se ejerció para que vuelva el fútbol en Río de Janeiro, tiene uno de los focos de la pandemia más fuertes del mundo; los números de contagios y fallecidos dejan también a Chile como uno de los principales focos mundiales de la pandemia; Perú ya es el quinto país del mundo con mayor cantidad de contagios de COVID-19.

Del resto de países, comenta, Bolivia tiene los hospitales colapsados y Venezuela acumula rompimientos de registros diarios de casos; no hay tregua tampoco en Colombia, Argentina y Ecuador. 

El director de desarrollo de la Conmebol, Gonzalo Belloso, dijo en Olé que existe “la variable de poder cambiar de sede de los equipos y también se puede exigir desde el organizador”. Esta posibilidad, agregó, lo permite el reglamento general.

Además, según el medio Ovación, hasta la Ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, está atenta a esta resolución, debido a que podría reactivar la economía de tres sectores: Montevideo, Colonia y Punta del Este.

En este caso, no será necesario cumplir con la regla del aforo en el estadio, ya que se jugará sin público, sin importar la sede.