Coronavirus: Mantener la distancia es una difícil misión en el fútbol
Evitar los abrazos o escupir en la cancha son medidas que suenan a utopía en un deporte donde el contacto físico es permanente
La primera voz de protesta llegó desde Turquía y la dio un referente del balompié sudamericano, Radamel Falcao. “Viendo el retorno del fútbol me pregunto: ¿Existirá una razón técnica para que no se permita el abrazo en los goles? Durante todo el partido estamos en constante contacto. ¡En un tiro de esquina están los defensores encima tuyo! En las barreras están todos juntos”, escribió el delantero colombiano en su cuenta de Twitter.
Y es que en un deporte de permanente contacto como el fútbol, los protocolos emitidos para el regreso a su práctica en medio de la pandemia por el coronavirus suenan a utopía en algunas de sus partes, como se pudo ver el fin de semana en el reinicio de la Bundesliga.
En nuestro país se dio a conocer el reglamento que regirá el regreso a la actividad deportiva, y que deberá complementar la ordenanza del Comité de Operaciones de Emergencia (COE). Sin embargo, ya tiene algunos reparos muy lógicos en algunas de sus partes.
Pedirle a un futbolista, cuyas pulsaciones en la cancha están a mil, que se abstenga de hacer las cosas a las que está acostumbrado es complicado. Nosotros haremos todo lo posible para colaborar, pero creo que no va a resultar nada fácil controlar las emociones.
El protocolo de bioseguridad de la LigaPro cuenta con 60 puntos, entre los que se incluyen las fases de diagnóstico y pruebas del COVID-19, áreas destinadas para la realización de test rápidos, normas en entrenamientos grupales y con plantel completo, manejo de deportistas con test positivos, entre otros puntos.
RESULTARÁ DIFÍCIL
“Pedirle a un futbolista que no escupa en una actividad de constante desgaste físico o decirle que contenga sus emociones resulta complicado. Imagínate si estamos en un partido bravo, complicado y en el último minuto anotamos el gol de la victoria ¿en ese momento, cuando las palpitaciones están a mil, te vas a acordar que no están permitidos los abrazos? Haremos todo lo posible para colaborar, pero lo veo bien complicado”, afirma Óscar Bagüí, defensa de Emelec.
Bruno Piñatares, centrocampista de Barcelona, prefiere no pronunciarse por ahora. Él espera conocer más a fondo las disposiciones de las autoridades, especialmente en lo que tiene que ver con la distancia que se debe mantener en el rey de los deportes.
Va a ser muy difícil que los futbolistas se acostumbren, de un momento para otro, a no escupir dentro de la cancha, a no sonarse la nariz, intercambiar la camiseta, besar la pelota o a celebrar un gol en grupo cuando están en un partido.
Nassib Neme, presidente del tricampeón, advierte lo cuidadoso que se debe ser para manejarse en medio de la crisis.
“Basta que un jugador se contagie para que dentro del camerino, la concentración, se produzca un contagio masivo. Nosotros proponemos que en cada partido los delegados de los clubes hagan pruebas rápidas, y quienes den positivo o no hayan tenido o estén en la posibilidad de contagiar no sean tomados en cuenta en ese juego”, indica el directivo.
En medio de un escenario que nadie esperaba el mundo fútbol busca volver, respetando todas las normas de seguridad que recomiendan los especialistas, pero con protocolos que obligarán a los protagonistas a adaptarse a esta, la nueva normalidad del planeta.
LAS MEDIDAS
- La toma de temperatura, no besar el balón, evitar los abrazos y hasta sacar tarjeta amarilla a quienes escupan en la cancha, son algunas de las previsiones adoptadas.
- Si en Ecuador se acepta jugar torneos regionales, los autobuses para movilización serían de exclusivo uso de los clubes, con desinfección permanente. También se evitaría el uso de hoteles.
- Además de usar mascarillas y guantes, los jugadores están obligados a cambiarse de uniformes al final del primer tiempo.
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