Coronavirus: Los 'peloteros' amateurs se preparan igual o mejor que los profesionales
Los jugadores de la Amateur League de la Universidad Católica se las ingenian para estar en forma. Muchos hicieron de su sala, un campo de práctica
Las salas de sus casas se convirtieron en zonas de entrenamiento. Conos, vallas y balones, son los accesorios que desde hace más de dos semanas han invadido el lugar donde antes habían muebles, televisores o adornos.
Al igual que los profesionales, decenas de jugadores que participan con sus respectivos clubes en el torneo Amateur League, que se disputa en la Universidad Católica de Guayaquil y que es auspiciado por Diario EXPRESO, recurren al entrenamiento casero durante la cuarentena por el coronavirus. Y es que su principal temor es regresar sin el óptimo estado físico para cuando se levante la emergencia sanitaria en el país.
“Tengo miedo de no poder correr como antes, o cansarme rápido y rendir como normalmente lo hacía. Lamentablemente este virus nos tiene encerrados; no se puede ni trabajar, peor entrenar. Así que tocó empezar con rutinas de ejercicios en la sala de mi casa”, comenta James Rodas, volante del club Nelson Mandela.
Rodas explica que, pese a que no son jugadores profesionales, el cuidado personal es importante para poder encarar el torneo cuando se reinicie. “El nivel de los equipos es bueno. Hay clubes que se han reforzado con exjugadores profesionales y debemos estar bien físicamente para poder competir contra ellos”.
Hasta antes que se paralice el torneo de la Amateur League UCSG (el pasado 15 de marzo), los 32 equipos participantes se prestaban a disputar la tercera fecha.
Wilson Pérez, delantero del equipo Copa Fútbol Club, es otro de los que ha “invadido” su sala con materiales de entrenamiento. “A eso de las cinco de la tarde, cuando en mi casa todos están en sus cuartos, aprovecho para poner unos conos y unas pesas. También hago flexiones de pecho o planchas para fortalecer la zona media del cuerpo”, dice Pérez.
El jugador de Copa FC lamenta que por la emergencia sanitaria no se pueda jugar, pero avizora mejores días para todos. “Es triste no poder reunirnos con los amigos a entrenar. Extraño los partidos de los sábados, pero es necesario estar en casa para evitar contagiarnos, aunque esto nos quite el ritmo de competencia”. añade.
Jefferson Peñafiel, zaguero del Club Independiente Atlético del Norte (CIAN), vive lo mismo que Pérez: la sala de su casa, en la ciudadela Sauces 6 (norte de Guayaquil), es la nueva cancha.
“Es un poco complicado entrenar en la sala porque me toca mover algunos muebles, pero hay que hacerlo, sino me voy a engordar y no podré correr como antes”, afirma Peñafiel soltando una carcajada.
El lateral zurdo de CIAN indicó que la paralización, pese a que no son jugadores profesionales, también les afecta. “Antes por lo menos jugábamos dos veces a la semana y eso nos tenía con ritmo. Nos va a costar regresar a las canchas”, recalca.
A José Luis Rojas, volante del club Pied Morr, la cuarentena lo cogió abastecido, ya que hace más de un año compró una banca multifuncional para hacer ejercicios de fortalecimiento físico, algo que actualmente le está sacando provecho el máximo.
“El patio de mi casa se ha convertido en un improvisado gimnasio. Ahí tengo unas pesas y una banca que compré el año pasado y las estoy usando para trabajar pectorales y piernas... Me ha servido mucho para mantenerme activo”, indica el jugador de 30 años.
Rojas recalca que aunque tiene las herramientas para trabajar, siente la necesidad de entrenar en espacios más grandes. “Acá solo trabajo la potencia, pero me falta entrenar en una cancha donde se puede correr y realizar otras actividades. Este virus nos ha complicado todo, pero no tenemos que dejarnos vencer”. Todos confían en que el confinamiento acabará pronto.