Cristhian Rivas, un luchador incansable
El deportista manabita viaja a Italia. Participará en un ranking clasificatorio en el que buscará asegurar su paso a los Juegos Olímpicos Tokio 2020
Cristhian Rivas Castro alista maletas, las que van cargadas de sueños y propósitos. El luchador de Manta, provincia de Manabí, se prepara para viajar hasta Roma, Italia, donde entre el 22 de febrero al 8 de marzo se realizará un ranking clasificatorio para los Juegos Olímpicos Tokio 2020 -el evento conserva su nombre original, aunque se dispute en otro año-.
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Leer másY es que hablar de esa cita deportiva a Rivas lo emociona, ese es uno de sus principales anhelos que busca conseguir, por Manta, por Manabí, por Ecuador.
“Lo que todo deportista quiere y desea es llegar a los Juegos Olímpicos, se trabaja para eso. Luego de este certamen en Italia tendremos una preparación en otros países de Europa como Polonia y Ucrania”, expresa entusiasmado.
Rivas se considera un luchador incansable, perseverante y muy dedicado a su disciplina deportiva. Esa combinación de valores le ha permitido hacerse acreedor a un importante número de logros y representar a nuestro país a nivel mundial.
Entre lo más destacado de su carrera están sus tres títulos Panamericanos de Lucha, la medalla sudamericana.
Para llegar a escalar varios peldaños Rivas rememora que todo tuvo un inicio. Cuando tenía 15 años hizo sus pininos en el campo del deporte, impulsado por su tío Javier Castro, un reconocido luchador que tuvo representación para el país. “Él nos inculcó el deporte, nos llevó a entrenar a la Federación Deportiva de Manabí, allí empezó todo”.
El atleta asegura que la clave para conseguir varios de los objetivos trazados es tener a su familia como inspiración. “Mi hijo de dos años me hace esforzarme cada día más, mi familia siempre me ha respaldado, además existe mucha gente que me quiere y me apoya, eso te da fuerza y motivación para no decaer”.
Rivas considera que con perseverancia, constancia y dedicación podrá seguir dando los golpes que le permitan dejar en lo más alto el nombre de nuestro país.
SU OTRA PASIÓN
como El Demoledor, Rivas comparte su pasión por la lucha grecorromana con las artes marciales mixtas, actividad en la que comenzó a competir en el año 2016.
Su debut en esta lid deportiva se dio de forma anecdótica. Fue contra el norteamericano Aron Rammad. En aquella ocasión al que le tocaba pelear en la jaula era a uno de sus entrenadores, pero días antes lesionó su rodilla y le pidió que ocupe su lugar. Su rival medía 1.80 metros, mientras él apenas mide 1.65. Perdió, pero afirma que ese capítulo le ha servido para asumir otros objetivos y batallar ante cualquier adversidad que se presente.
Desde ese momento no volvió a perder, ya suma seis triunfos y un empate.