Fausto Pintado
Don Fausto Pintado, padre de Daniel, muestra en su casa en Cuenca afiches y premios que el ecuatoriano cosechó.ClaudiA Pazán / Expreso

Daniel Pintado: Familia y vecinos en Cuenca rendidos por su hijo de oro

La alegría del oro olímpico se vivió intensamente en la tierra del medallista de los Juegos Olímpicos de París 2024

En una pequeña casa del barrio Virgen de Bronce, cerca del Centro Histórico de Cuenca, la emoción de la familia Pintado se desbordó este jueves 1 de agosto cuando Daniel conquistó el oro en los 20 km marcha de los Juegos Olímpicos de París 2024.

Daniel Pintado Juegos Olímpicos

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El 1 de agosto de 2024 pasará a la historia para esta humilde familia cuencana. La mamá de Daniel, doña Eulalia Álvarez, con voz ronca de tanto gritar por la victoria, contó a EXPRESO que su hijo se inició en el deporte con natación; sin embargo, a los 9 años se involucró al atletismo y desde entonces no se alejó del deporte.

“Solo puedo dar gracias a Dios. Recuerdo que cuando vimos a Jefferson Pérez ganar la primera medalla olímpica, le dije a Daniel que también podía lograrlo. Fue su sueño de siempre”, recordó Eulalia.

En la casa de los padres de Daniel conservan aún todas sus distinciones. La sala es una galería. En uno de los costados hay un anaquel de madera y vidrio construido por Fausto Pintado, padre del andarín, quien guarda ahí todas las preseas.

Fausto, mientras miraba con detenimiento un cuadro donde están las fotografías de Daniel, aseguró que se siente agradecido con la vida y con su hijo porque demostró que “los sueños sí se pueden cumplir” y le da todo el mérito a su esposa.

“Ella lo acompañaba a todos los entrenamientos, lo impulsaba a que no deje la disciplina cuando Daniel sentía que no podía más. Ella fue su soporte”, recalca emocionado.

La celebración

Daniel Pintado familia
Doña Eulalia (d) y Nico (i), mamá e hijo de Pintado, junto a varios vecinos.ClaudiA Pazán / Expreso

El festejo de Pintado en la meta, emulando al futbolista Cristiano Ronaldo, tiene un significado especial: su primogénito Daniel, de 9 años, reveló el motivo “Cuando jugamos Mario Kart (videojuego) o fútbol celebramos como CR7”.

Las palabras que dedicó a su papá fueron de amor y admiración. “Papi ganó. Lo quiero mucho y estoy muy orgulloso de ser su hijo. Él se esforzó mucho para esto y se merecía al cien por ciento la medalla”.

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Nicolás quiere ser como su padre y ya sigue sus pasos en la marcha. Comenta que se tomaron una fotografía en un campeonato nacional en Machala y que esa imagen acompaña a Daniel en un pequeño dije que le cuelga del cuello.

La infancia del campeón olímpico

Dolores Llivizaca, vecina de la familia Pintado Álvarez, llama con cariño ‘Danielito’ al campeón. Lo recuerda como un niño tranquilo y educado que siempre se dedicaba al deporte y los estudios. “Doña Eulalia siempre iba junto a sus hijos a todos los encuentros deportivos. Es una mujer de admirar y sus hijos siempre han sido gratos con ella”, señala.

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