Un descafeinado festejo nacional por la Tricolor

Pudo haber sido un festejo con mayor ímpetu. Sea lo que sea, en los distintos rincones del país la selección ecuatoriana de fútbol levantó pasiones con la clasificación al Mundial de Qatar, pese a la derrota ante Paraguay.

La gente salió de los trabajos más temprano de lo normal, no fueron todos, pero sí la mayoría. Y es que la Tri hizo del jueves un día diferente. En pleno casco comercial de Guayaquil (9 de Octubre y Boyacá), el amarillo, azul y rojo de la bandera tricolor se podía ver en cada cuadra.

Los ánimos empezaron muy optimistas. Entre quienes circulaban por el bulevar 9 de Octubre había solo pronósticos de victoria: que 1-0, 2-1 y hasta un 3-0 se escucharon mientras se veía caminar a prisa a menos de 15 minutos del inicio.

Ya al inicio del cotejo, a los 9 minutos, el gol de Robert Morales cayó literalmente como un balde de agua fría para los hinchas. El silencio fue característico y más de uno se vio desencajado y con extrañeza alrededor como buscando un consuelo que no se hallaba. El juego del equipo dejaba qué desear.

En plaza Guayarte, en el centro-norte de Guayaquil, las mesas de los diferentes restaurantes, bares y comercios estaban copados de gente. El gol tempranero no apagó los ánimos, ni el ímpetu. Y es que aún con la derrota, la Tri clasificaba y esa era la bandera de todos.

Antes del final de la primera mitad, el segundo gol paraguayo volvió a dar un golpe bajo a la afición. No se oyó nada; ni lamentos.

Con el inicio de la etapa de completo, el consuelo de la victoria de Uruguay sobre Perú y de Brasil ante Chile, que se jugaban de manera simultánea, seguía prevaleciendo. Así llegó el tercero de los guaraníes, aunque el descuento de Ecuador a través de Jordy Caicedo liberó un poco la tensión del encuentro.

Dicen que el fin justifica los medios y Ecuador, aunque perdió, pudo inscribir su nombre en el Mundial de Qatar 2022. Sí, los festejos no fueron igual de intensos como los que se preveía si el resultado hubiera sido positivo, pero se celebró. En la ya tradicional ciudadela Urdesa, epicentro de los festejos cuando un equipo guayaquileño queda campeón del torneo local o cuando la selección clasifica a un Mundial, hubo igual movimiento. La gente salió a gritar “Ecuador en el Mundial”.

En Quito, el punto de encuentro fue la avenida de Los Shyris, donde el poco ambiente que existía se fue apagando con la derrota, pese a que al final la reflexión fue que igual hay tiempo que corregir para el Mundial.

En Ambato, Joselyn Alvarado, Alejandro Lucero y Santiago se encontraron en un local de comida mexicana al sur de la ciudad, donde alentaron a la Tri, pese a los resultados de los primeros 45 minutos. Mientras Orlando Villa observó en la calle, afuera de un local comercial hasta que terminó el primer tiempo. “Con esos malos resultados, igual estamos a un paso de ir al mundial”, justificó Villa.

Todo sitio fue bueno en la provincia de Santa Elena para ver la clasificación de la Tri, aunque sin la efervescencia que se esperaba debido a la derrota, mientras que en el cantón Jaramijó, provincia de Manabí, se celebró de manera tenue, aunque con la seguridad de que hay madera para trabajar de cara al Mundial, en el que ya está Ecuador. (CFH-YIE-AG-JL)