
Las dos caras de la celebración
El cierre de las eliminatorias rumbo a Qatar 2022 tuvo un contraste imposible de dividir: adentro todo fue fiesta y afuera reinó la desorganización
Los tricolores bailaron, cantaron, hablaron y empiezan a soñar de cara al Mundial
La selección ecuatoriana de fútbol cerró una eliminatoria soñada. Un combinado con un promedio de edad que no supera los 24 años y que se proyecta con figuras que, ante el campeón de América, mostró un nivel que ilusiona. Y en el Monumental, el público tricolor se los hizo sentir.
Desde que ingresaron al calentamiento hasta que compaginaron en el festejo que estuvo lleno de bailes, palabras emotivas de los capitanes y bromas entre los compañeros, los hinchas ecuatorianos no pararon de aplaudir a la selección.
Al termino del partido, en la General Norte, le cantaron a Piero Hincapié “¡Goleador!¡Goleador!”, mientras reía junto a Gonzalo Plata, quien también recibió un cántico de “¡Carritos chocones!¡Carritos chocones!”.
Se vivió una fiesta de principio a fin y con un invitado estelar, Lionel Messi, quien intercambió camisetas al finalizar el partido con Pervis Estupiñán y en los camerinos con Byron Castillo (foto). Aunque también se ha hablado de la posibilidad de que el mismo Pervis se la obsequió a Castillo.
Dentro del estadio, no existieron quejas por el comportamiento del público que respetó el minuto de silencio, los himnos, cantó apasionadamente el de Ecuador y valoró a sus representantes. Unos fueron a ver a Messi, pero se fueron felices por toda la celebración que produjo este combinado que encabeza Gustavo Alfaro, quien al final del partido fue alzado en los hombros de sus jugadores.
Enner Valencia, capitán ecuatoriano y autor del único gol del partido dijo que “estamos muy felices con este recibimiento, es un sueño lo que estamos viviendo. Ahora toca pensar en el mundial, la unidad que hemos tenido ha sido fundamental, formamos una gran familia y en base a eso hemos construido la clasificación. Tenemos con que hacer una gran Copa del Mundo”, dijo el atacante que milita en el fútbol turco.
FEF revisará los casos de fanáticos perjudicados

No todo fue felicidad y satisfacción en el duelo final por eliminatorias de la selección nacional y Argentina. Hubo un serio problema logístico que como consecuencia tuvo incidentes en las entradas a las localidades, sobre todo generales y tribunas, tanto que una considerable cantidad de hinchas no ingresó al estadio, a pesar de tener un boleto en mano.
Hubo hinchas con entrada para general que terminaron ingresando a suite por gestión propia, persuadiendo a autoridades y que luego tocaron puertas en alguna para poder ver el partido. No fue fácil para los hinchas y los responsables lo saben, sobre todo la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), el principal organizador del evento.
EXPRESO conversó con el vicepresidente de la FEF sobre los reclamos de los hinchas y no ocultó la culpa, esperan informes de autoridades que acompañaron en la organización para tomar correctivos y evitar que esto suceda. Sumado a que confirmó que no volverán a vender entradas físicas.
“Sin duda (hubo fallos en la organización) y estamos conscientes de que tenemos que revisar todos los casos y tomar correctivos”, empezó explicando Carlos Manzur.
“Han sido años difíciles por la COVID y hemos tenido que enfrentar muchos obstáculos. Ya estamos trabajando en la solución digital para las ventas. Espero en un par de meses tener resultados claros y definitivos. La venta no puede volver a ser física”, agregó.
Sobre el operativo desplegado explicó que “en cuanto a la organización y control del evento estoy esperando reportes para ver donde estuvieron las fallas. El operativo contó con más de 1.000 efectivos, entre Policía, ATM, municipales y guardia privada”.
Por último, Manzur detalló que “la norma internacional exige un policía por cada 200 espectadores. Y cuando es un partido de riesgo lo bajan a 100. Nosotros pusimos un policía por cada 60 espectadores y no fue suficiente. El público desbordó los controles”.
Hoy el directorio de la FEF está rumbo a Qatar por el sorteo, pero esperan, al regreso, tomar cartas en el asunto.