Ecuador, la hora del relevo generacional
El deporte local dejó demostrado en los Juegos Olímpicos de Tokio, por marcas, logros y ubicaciones, que llegó el recambio. La media en París será de 24 o 25 años
Los Juegos Olímpicos de Tokio fueron una enorme catapulta para el deporte ecuatoriano, no solo por las históricas dos medallas de oro y una de plata conseguidas por Richard Carapaz, Neisi Dajomes y Tamara Salazar, respectivamente, sino por la lectura que dejan los clasificados tricolores de entre 20 y 25 años, además de los resultados obtenidos.
Y es que todo parece indicar que el tan ansiado cambio generacional del que se venía escuchando desde hace dos ciclos olímpicos atrás, es aquí y ahora. Angie Palacios, en pesas; Lucía Yépez, en lucha; Jhonatan Narváez, en ciclismo; Jonathan Amores y Glenda Morejón, en marcha; así como los nadadores Anicka Delgado y David Farinango, para quienes estos fueron sus primeros Juegos Olímpicos, invitan a soñar en París 2024, por sus ubicaciones y marcas.
Palacios y Yépez encabezan la lista de esa ‘nueva savia ecuatoriana’. Ambas obtuvieron dos de los cuatro diplomas olímpicos tricolores, tras meterse entre las 8 mejores del mundo.
Asamblea fiscalizará la gestión del deporte
Leer másLa halterista y hermana de la campeona olímpica fue sexta en los 64 kilogramos, al levantar un total de 226 kg (104 kg en arranque y 122 kg en envión), quedando a 4 kilos de colgarse la medalla de bronce, con solo 20 años de edad. Eso, enfrentando a las 10 mejores de su categoría a nivel mundial.
“El potencial de Angie es enorme. Se puso de igual a igual con deportistas de gran experiencia. A su edad no todos lo hacen y obtienen buenos resultados. Su diploma fue el primero. Dejó excelente proyección para París”, precisa Luis Zambrano, presidente de la Federación Ecuatoriana de este deporte.
Algo similar sucedió con la luchadora Lucía Yépez, quien también debutó con 20 años. Ella fue octava y obtuvo diploma en la categoría 50 kg. Y eso porque la nacida en Mocache, provincia de Los Ríos, no pudo disputar el repechaje de su categoría al lesionarse. Aun así, ya es dueña de importantes títulos sudamericanos, panamericanos y mundiales. Incluso clasificó a Tokio llegando a la final del torneo que daba el cupo, en Bulgaria.
“Dejando de lado las críticas o inconformidades de los deportistas (que son importantes para el crecimiento), Tokio dejó un resultado excelente para Ecuador, incluso mejor que para grandes potencias latinoamericanas, ya que el país solo fue superado en esta parte del continente por Brasil y Cuba. Ni Colombia, que tiene mayor desarrollo deportivo que nosotros, nos igualó. Esto, sumado a que la mayoría de buenos resultados del país vinieron de gente muy joven, nos lleva a pensar en unos próximos Juegos Olímpicos con grandes proyecciones”, manifiesta Celso Cortez, director técnico de la Federación Ecuatoriana de Atletismo.
La lista de jóvenes destacados continúa con Jhonatan Narváez (24 años), quien si bien no ganó medallas, fue el gregario perfecto para que Richard Carapaz rompa la sequía de 25 años de una presea dorada para el país. Actualmente en Ineos Grenadiers, Narváez ya se encuentra disputando las principales grandes vueltas mundiales.
En natación, el caso es singular. Con 19 y 20 años, tanto Anicka Delgado en piscina, como David Farinango en aguas abiertas, hicieron relucir el nombre de Ecuador. La primera, aunque no pasó a ninguna de las dos finales de las pruebas que disputó (50 y 100 metros libre), culminó en el puesto 25 en los 50 metros entre 47 competidoras, siendo la mejor ubicada de Latinoamérica en esa distancia, mientras que en los 100 metros rompió el récord nacional, cronometrando 55,56 segundos. En tanto que Farinango terminó en el puesto 15, a poco más de 4 minutos del medallista de oro.
En marcha, aunque esta vez no hubo medallas ni diplomas, si bien el noveno puesto en los 20 km damas de Paola Pérez fue la ubicación más destacada, se remarca la participación de Jonathan Amores en los 50 km, así como la juventud y actitud de David Hurtado y Glenda Morejón en los 20 km.
Carapaz sube al puesto 22 de la general
Leer másAmores se ubicó en el puesto 27, completando la prueba en 4 horas, 5 minutos y 47 segundos, sin registrar ninguna amonestación, evidenciando su potencial con apenas 22 años y mostrando que en París puede destacar en los 30 km, pues su categoría bajará de distancia. De su lado, Hurtado (21), quien fue diagnosticado con COVID días antes de la competencia, pudo recuperarse y competir en los 20 km; así como Glenda Morejón, campeona mundial y récord sub-20, quien no pudo mostrarse tras salir lesionada.
“Si Tokio fue bueno, París 2024 puede ser aún mucho mejor. Vamos a tener un gran equipo, en su mayoría con figuras jóvenes, que deben recibir atención para que su formación siga y crezca aún más. Por ejemplo, lo demostrado en la lucha femenina con Lucía Yépez y Luisa Valverde es un llamado de atención de que ese deporte en Ecuador tiene un nicho importante (dos diplomas olímpicos en una misma justa). Eso debe explotarse para que salgan más. Hay que pensar que Valverde y Yépez ya no ganarán diplomas en París, sino medallas”, concluye Cortez, quien tiene décadas de experiencia en la formación de deportistas.
Las cartas están sobre la mesa. El próximo ciclo olímpico será muy corto, apenas de tres años, y ya comenzó. En 2022 se desarrollarán por primera vez en una misma temporada los Juegos Bolivarianos y los Sudamericanos, así que habrá que pisar el acelerador a fondo. En 2023 serán los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, y de nuevo Olímpicos en París 2024. El tiempo está corriendo.