El ecuavóley apunta a su fortalecimiento
Una escuela creada hace 8 años en Pomasqui recibe desde niños hasta adultos. Busca alejarlos de malos pasos
A pesar de su gran popularidad en el país, el ecuavóley cuenta con muy pocos espacios de formación. Una actividad que está en la esencia de los barrios, pero que no entra en la estructura deportiva formal, no cuenta prácticamente con sitios para la preparación de deportistas. Eso notó también Byron Reinoso, quien en 2016 creó la Escuela Formativa de Ecuavóley Pomasqui, al norte de Quito.
Lea también: Cóndores vuelve a cumplir el sueño de viajar a Mónaco para jugar rugby
El Nacional: Zuleta es el elegido y Almeida se defiende de su salida
Leer másSesenta niños, adolescentes y adultos forman parte de la escuela, que tiene su base en el Coliseo de Pomasqui. Reinoso es oriundo de la parroquia y tras haber sido jugador de esta disciplina, vio la necesidad de transmitir conocimientos y ofrecer una alternativa a los jóvenes. Cuenta, orgulloso, que incluso ha logrado rescatar a algunos de los vicios de la calle.
“Les veía a los chicos en las esquinas, les invitaba, y lo lindo es ver ahora que muchos ya trabajan, algunos han ido a la universidad. Nosotros no queremos que sean solo buenos jugadores de ecuavóley, sino buenas personas”, relata emocionado a EXPRESO.
Aunque por esa labor le han llegado mensajes con amenazas por parte de las bandas que se dedican al expendio de drogas en el sector, él no teme y continúa abriendo puertas para que el ecuavóley sea parte de procesos de rehabilitación.
Liga de Quito vs. Junior: día, hora y dónde ver el partido de Copa Libertadores
Leer másAsí lo corrobora Ricardo Castro, quien hace tres semanas recibió el alta de un centro de desintoxicación en San Antonio, parroquia vecina, y tras entrenar este tiempo, fue parte del primer campeonato interno.
“Yo le doy gracias a Dios porque me tiene con vida, a la fundación que me tuvo en mi proceso de cuatro meses, y ahora aquí con la beca estoy con nuevas personas, lejos de las malas compañías y feliz de venir a hacer deporte”, relata.
La jornada ofreció enfrentamientos de las distintas categorías, pues hay niños desde los cinco años, y en adultos hasta los treinta. Los alumnos pusieron en práctica las técnicas de cada posición: volador, servidor y colocador. A pesar de que algunos llevan poco tiempo en la escuela, ya dejaron ver su talento y, sobre todo, el gusto por este popular deporte.
El espectáculo estuvo garantizado en el evento con el equipo de glorias de los setenta, sobre todo gracias a Germán ‘Petizo’ Rodríguez, un colocador exquisito, quien a pesar de sus 65 años y molestias en las rodillas, sigue sorprendiendo con sus pelotas a rincones inalcanzables para los rivales.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!