Emelec vence a Barcelona con un Joao Rojas 'prendido' en el Clásico del Astillero
Con dos goles de Joao Rojas, el equipo eléctrico gana el partido ante Barcelona y se va perfilando para no jugar final.
Con un Joao Rojas inspirado, Emelec se quedó con la edición 228 de los Clásicos del Astillero y sigue en la pelea por al segunda etapa, con un marco festivo por la vuelta de los hinchas, pero que también se vio empañado por ciertos irresponsables.
“Vamos, vamos, vamos Emelec” era el grito incesante de la fanaticada millonaria en la previa. Dixon Arroyo se daba la mano con Javier Burrai, ambos capitanes, en el acto protocolario, pero esa sería la única vez que se los observaría con gestos de amistad, luego todo sería lucha, garra y mucho fútbol. Una final en la Caldera.
Clásico del Astillero: Barcelona, un reto para Emelec en el Capwell
Leer másLos primeros minutos arrancaron con un Emelec intenso con la idea de no dejarlo crear a Barcelona. La línea de atacantes se ubicaba para una presión alta y no permitía que ni Carcelén o Piñatares recibieran la pelota. Los toreros se replegaban y le entregan el dominio del campo y pelota a los azules.
Pero a pesar del control de los millonarios, la primera jugada de peligro llegó a través de una pelota parada. Centro de tiro de esquina de Alexis Zapata y Aníbal Leguizamón no pudo darle dirección a su cabezazo, que se fue por arriba desviado.
Los azules carecían de profundidad. No lograba traspasar la última línea de la zaga amarilla y el partido demandaba de otro recurso que el de posesión y juego asociado.
A los 18 minutos, Joao Rojas recibió una pelota en la frontal del área y probó un remate con potencia y colocación, imposible para el portero Burrai. El Capwell estallaba.
El trámite se sostenía, Emelec seguía controlando las acciones, pero el resultado obligó a que Barcelona soltara un poco más sus línea e intentara volcarse al ataque. Al minuto 23, Mastriani capitalizaría un error en el área azul logrando un empate que lo volvería a meter en partido. La banca amarilla lo gritó con el alma. Pero el empate no le servía a ninguno.
Luego de los goles, Emelec bajó en intensidad por el desgaste y Barcelona aprovechó con centro por ambos costados y agrupando, al menos, tres atacantes para recibir en el área, Garcés, Mastriani y Preciado.
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Leer másAsí llegaría la segunda de Barcelona, pero que no sumaría al marcador. Centro por izquierda de Pineida, la roza Garcés y Mastriani la empujaba al gol. Todo los amarillos lo celebraban, pero el línea Lescano alzaba el banderín. Se nulitó por fuera de juego.
El complemento iba a estar marcado por un mejor inicio de Barcelona, pero, sobre todo, por la riña entre simpatizantes azules que obligaron a detener el encuentro.
Después de ese vergonzoso episodio, y ya con Alejandro Cabeza en el campo, Rojas iba a volver a llevar a la hinchada azul al delirio. Los toreros parecían mejor, y en un doble cabezazo, llegó el 10 de los millonarios para cerrar la pinza y poner el 2-1.
Con el marcador a favor, los millonarios volvían a sentirse más cómodos y le quitaron ritmo a los toreros, que movían las piezas, pero no lograban hacer mayor daño.
Se jugaba poco, el duelo era trabado, con mucha pausa en el juego y así fue como los millonarios fueron encerrando el resultado a su favor.
Aragón adicionó 10 minutos, pero no bastaron para que Barcelona, al menos, se acerque con peligro. Al final el carnaval azul se consolidó y los millonarios, no solo volvieron a ganarle a su hermano de barrio en su cancha 3 años después, sino que se lo quitó de la lucha por la etapa.