Emelec: sin cara, sin cuerpo, sin voz

El Bombillo no sepulta rivales. Pedro Ortiz tapa agujeros. Con este arquero, Emelec no puede cometer serios descuidos defensivos, ya que siempre tendrá una mano lista para tapar, desviar, retener. Cuando el adversario prueba desde fuera del área también se encuentra con él.

Fernando León revela carácter, energía e indestructible perseverancia. Tiene las 4 características del jugador en zona, en relación con el rol defensivo ante pelota quieta o en movimiento; valentía para atacar el balón. Buena contención aérea. Responsabilidad zonal y capacidad comunicativa para ordenar a los compañeros.

El domingo 29 de septiembre ante Cumbayá todo empezó con un portero de salida sólida frente a delanteros dotados para aprovechar errores, y un defensor brillante. Después volvió el viejo pecado de olvidar que un equipo vale más que 11 hombres juntos. Leonel Álvarez no quiere dar ventajas, pero el estilo lo hacen las características de los jugadores, algo que escasea.

Y es que Emelec no tiene cultura corporativa. Cuando quiere arriesgar le duele el error técnico por sus malos pases en salida. Con los juveniles, la irregularidad es norma; hay días que les sale todo bien, hay días que la quieren parar con la tibia y se les va. Ahí es que cuando el entrenador cae en el vacío más absoluto.

Los rulos acerados de Álvarez ya son una identificación en todos los escenarios. Su personalidad también. Intensamente apegado a los suyos, irritable a veces; frontal y crudo. Implacable y afectuoso con sus jugadores. Insobornable leal de sus leales y frenético crítico de sus críticos.

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Emelec falla en muchos aspectos claves. No tiene jugadores de zona activa, esos que se encuentran presionando en el espacio de intervención, es decir, en el radio corto de acción en el que se encuentra el balón. Además carece de jugadores cercanos, aquellos que se encuentran presionando junto a la zona activa que están en el espacio de ayuda mutua. Tampoco tiene jugadores alejados, aquellos que se encuentran presionando en espacios de cooperación, alejados del radio de acción del balón.

Los datos expuestos en el fútbol local, en donde relacionan las ABP (acciones a balón parado) con la consecución de goles, está en un porcentaje aproximado entre el 30 y 35%. Ahí Emelec es casi nulo en anotaciones de pelota quieta.

Lo fundamental para que el jugador mejore la técnica es que el entrenamiento se parezca a la competencia. Las prácticas de jugadas con pelota detenida, valen, porque son situaciones que se van a presentar durante el juego. Pero deben ser sencillas. Si participan más de cinco, seguro alguno se equivoca y cuando la estrategia preparada falla; el futbolista le pierde confianza. Además, debe tener variantes para sorprender, ya que al tercer partido que se la hace, ya la conocerá todo el país.

Las jugadas en los tiros libres persiguen uno de estos dos objetivos: Primero sacar la pelota del campo visual del arquero y luego agrandar el ángulo de arco libre para el tirador. Si con tres jugadores basta para conseguir esas dos ventajas, ¿para qué complicarla poniendo más? Sin embargo, cuando se tiene buenos lanzadores, no hay que atarlos a uno o dos jugadas preparadas. Hay que darles libertad para rematar directamente, al palo del arquero o al otro; como la vean más favorable. Todo lo que se repite aburre y es más fácil de neutralizar.

Actualmente el hincha del Bombillo trata de ganarle a la tristeza profunda de sus ojos húmedos por las derrotas, al dolor del "ya no ser" que lo va acompañar de ahora en más. Ese dolor del cual va a tener que hacerse amigo para no sentirlo clavado muy dentro. Siente el agobio de buscar palabras que digan lo indecible.

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