¿Dónde estarían Barcelona y Emelec sin coronavirus?
Los deportes a nivel mundial se frenaron a causa de esta pandemia. Entérate aquí cómo estarían en el Astillero si no hubiera paralización.
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Leer másEl fútbol ecuatoriano no ha pasado desapercibido en tomar medidas extremas para evitar la propagación del COVID-19. Su suspensión provisional fue quizás la más acertada y necesaria por el momento complejo que se atraviesa, pero de no haber sucedido esta tragedia, este 2020 ya podría tener a un Barcelona fuera de Copa y a un Emelec enterrado o motivado a estas alturas de marzo.
Ninguno de los clubes del Astillero logró cumplir su objetivo en la fecha 5. Primero los eléctricos no necesitaron viajar a Quito para medir a Universidad Católica el pasado domingo 15 de marzo (15:30) en el estadio Atahualpa. Los eléctricos llegaban a la capital luego de darle vuelta a un arranque de torneo complejo.
Pero los millonarios no solo perdieron la oportunidad de seguir aumentando confianza ante los camaratas, a semana seguida debía recibir en la Caldera a Esteban Dreer, histórico portero azul, y a toda su gallada de Liga de Portoviejo. El último antecedente entre ambos es aquel duelo de principio de temporada por la Explosión Azul, por lo que las apuestas estaban con los dueños de casa.
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Leer másY para el fin de semana que se avecina, los azules debían viajar hasta Ambato para enfrentar a Técnico Universitario en el Bellavista. Si bien el duelo ante Católica no aseguraba tres puntos, era un buen termómetro para marcar una evolución con respecto a ese turbulento inicio.
La historia con Barcelona es distinta. A Emelec puede que no le haya caído de lo mejor esta pausa, pero en la casa amarilla es un respiro, no solo por las lesiones que se acumulan, sino porque el equipo de Fabián Bustos perdió la brújula futbolísticamente.
Después de lograr ese inédito paso a la fase de grupos, los toreros empezaron una caída libre que parecía no hallar fondo. Primero la derrota copera ante Independiente del Valle (0-3) en condición de local, después ese golpe en Casa Blanca contra Liga de Quito (2-1) y por último la goleada (3-0) contra el campeón de América, Flamengo, en e Maracaná.
Un cúmulo de malos resultados que ponían en duda a los amarillos por la lucha copera. Pero llegó la paralización y antes de llegar a la Libertadores, el club amarillo podía regocijarse casa dentro: el domingo 15 de marzo recibía en su casa a un Olmedo mermado por bajas, un rival idóneo para empezar a revertir la situación.
Luego, el jueves 19 de marzo, los toreros tenían un cita trascendental contra Juniors en el Monumental. De conseguir los tres puntos los amarillos revivían en la copa, pero también marcaba la ruta a un Plan B: clasificar a Copa Sudamericana. Recordar que el tercero de cada grupo se traslada a otro torneo de Conmebol. Asimismo, de no conseguir la victoria podía despedirse de toda posibilidad de continuar en cualquiera de los dos torneos.
A partir de ese juego los canarios debían visitar Sangolquí para medir a Independiente del Valle por LigaPro. Un partido complejo, pero que podía marcar un camino para el duelo de vuelta por Copa Libertadores ante los Rayados. Durante esa semana estaban libres los toreros de Libertadores y se estarían preparando para recibir a Máximo Banguera y su pelotón de El Nacional en el estadio Monumental.