La estrella dorada que Independiente del Valle anunció hace 13 años
El rayado jugó por primera vez en el fútbol profesional en 2008. Desde entonces su meta más ambiciosa, puertas adentro, fue la corona
El campeonato de 2008 en la serie B estaba por comenzar. Era la primera participación de Independiente del Valle en el fútbol profesional, después de consagrarse campeón en la segunda categoría. Y este equipo, con una directiva joven pero visionaria, decidió hacer un anuncio al país: detrás del arco del estadio General Rumiñahui, en Sangolquí, se colgó una pancarta que decía “el futuro campeón del Ecuador”.
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Leer másAquella ambición parecía lejana, considerando la realidad de ese momento. Sin embargo, se armó una de las mejores estructuras del fútbol ecuatoriano, manejando al club como una empresa y olvidándose de los aportes particulares como principal fuente de ingreso.
El primer paso fue convertir a sus canteras en las mejores del país. Lo lograron asociándose con escuelas formativas de las distintas provincias y armando una verdadera red de búsqueda de talentos. Y los resultados fueron los esperados, al punto de dominar en todas las divisiones formativas, ganando más de una treintena de títulos entre todas.
A partir de ahí empezó la fórmula de la sostenibilidad y salud financiera: formar jugadores para venderlos.
Por ello no fue un problema debutar en serie A en 2010 y desde ahí ser uno de los protagonistas. Es cierto que estuvo cerca de regresar a la B ese año y 2011 por jugarse con futbolistas jóvenes, pero con pequeños ajustes se volvió un equipo tan confiable que clasificó a su primer torneo internacional en 2012 y alcanzó el vicecampeonato nacional en 2013.
A partir de ahí todo fue cosecha. La final de la Copa Libertadores en 2016 y el título de la Sudamericana en 2019 fueron sus más grandes golpes a escala continental.
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Leer másPero, le seguía faltando puertas adentro. Este año, sin embargo, ese fue el objetivo principal. Y lo lograron.
La llegada del entrenador Renato Paiva fue el primer paso. Aunque, él vivió un inicio de temporada complicado porque perdió en sus primeras dos presentaciones, dejó escapar puntos claves y terminó la primera etapa en el tercer lugar. En el escenario internacional estuvo lejos del protagonismo, siendo eliminado de las Copas Libertadores y Sudamericana.
Pero Paiva hizo los correctivos. Entendió que le faltó jerarquía para los momentos críticos y buscó la dosis necesaria de experiencia. Así, llegaron para el segundo semestre Fernando Gaibor (30 años), Jonatan Bauman (30), Junior Sornoza (27), José Angulo (26) y Mateo Carabajal (24). Con ellos el equipo encontró la estabilidad necesaria y respondió en los momentos precisos, como las dos finales jugadas ante un equipo más acostumbrado a estos duelos. Y gracias a ello, Independiente cumplió con el anuncio que hizo cuando se presentó en sociedad.