Estrellita brilla más que nunca
Maribel Caicedo es la única atleta ecuatoriana becada por una universidad en Estados Unidos y que compite en la élite del deporte. Será kinesióloga. El objetivo: llegar a los Juegos Olímpicos de París 2024
De la Maribel Caicedo de hace 4 o 5 años atrás muchas cosas han cambiado. La ecuatoriana, campeona mundial prejuvenil de los 100 metros vallas en Cali, Colombia 2015, ya es toda una señorita, tiene 23 años y en mayo de 2023 culminará su carrera universitaria como kinesióloga en Estados Unidos.
Tras fijar su residencia en el país del norte desde el 2017 pasó de ser ‘Estrellita’ -sobrenombre con el que se la conocía en el atletismo ecuatoriano-, a ser Mari; sin embargo, lo único que sigue intacto es su amor por la tricolor y por el atletismo, de ahí que está más vigente que nunca.
Carapaz gana la etapa seis de la Vuelta a Cataluña y pugna por el podio final
Leer másCaicedo, actualmente, es la única deportista nacional becada por una universidad en Estados Unidos que se mantiene activa en torneos no solo de ese nivel, sino también en los de élite. Hace menos de una semana corrió por Ecuador los 60 metros vallas del Mundial Indoor, en Serbia, tras un inicio de temporada satisfactorio que la hace soñar en los Juegos Olímpicos París 2024.
En conversación con EXPRESO, Maribel relata el camino “de altas y bajas” que le ha tocado vivir. Dice que extraña el encebollado e incluso estuvo a punto de perder la oportunidad de ser becada por no saber el idioma; hoy lo domina y aunque no a un 100 %, sabe defenderse y ya en mayo del próximo año tendrá su título de kinesióloga.
“Muchas cosas han pasado. Salí del país en agosto de 2017, con 18 años, para entrenar en un campamento para atletas profesionales, en Florida, Estados Unidos. Ahí estuve dos años hasta que se dio la oportunidad de la beca en la Universidad Texas El Paso (UTEP); sin embargo, para ingresar debía tener una suficiencia de inglés que no tenía, pero como habían unos meses de espera pude nivelarme y acceder. No voy a negar que tenía miedo. Todo era diferente, pero lo supe sobrellevar”, precisa la guayaquileña, quien entre risas dice que aún no domina del todo el idioma, sino un 70 u 80 %.
A nivel deportivo, a Estrellita la respaldaba el título mundial de menores de Colombia 2015, donde hizo 13,4 segundos, en los 100 metros vallas, por lo que resultados no se hicieron esperar. Con casi 2 años de entrenamiento en el equipo de la universidad, en 2020, igualó el récord nacional absoluto de los 60 metros vallas en pista cubierta que durante 32 años estuvo en poder de la también tricolor Nancy Vallecilla.
8 segundos y 26 centésimas fue la marca que la dejó a la par de Vallecilla, quien estableció ese tiempo el 7 de febrero de 1988 en Karlsruhe, Estados Unidos. Con todos esos antecedentes, Caicedo era postulante fija para estar en los Juegos Olímpicos de Tokio, pero una lesión y tener que priorizar las competencias con su universidad, que es la que le da los estudios, cambiaron el panorama final.
“Fue doloroso no poder ir a Tokio, era un compromiso fijo, pero muchos motivos no lo hicieron posible. Hoy, para el inicio de este nuevo ciclo olímpico que terminará en París, creo que las cosas pintan mucho mejor”, confiesa.
Roberto Quiroz, Cayetano March y Álvaro Guillén, los invitados del Challenger
Leer másEn febrero de este año Maribel fue medalla de oro en los 60 metros vallas del Campeonato de Conferencia en Birmingham, Alabama, Estados Unidos, tras hacer 8,36 segundos. Un mes antes, en enero, estableció ya 8,22 en la misma prueba, pero en un torneo de Albuquerque, que al final del día terminó siendo un nuevo récord nacional.
“Motivos suficientes tengo para soñar en París 2024. La lesión desapareció en septiembre del año pasado, estoy en mis últimos meses de universidad y siento que estoy llegando en plenitud de nivel”, acota.
Si la ecuatoriana se embarca en este nuevo ciclo olímpico deberá apuntar a los 100 metros vallas, donde también es especialista y su mejor tiempo es 13,01. De acuerdo con su cronograma, el siguiente reto de este tipo será el 8 de abril en una prueba universitaria que da puntos internacionales y donde pretende además clasificar al Campeonato Mundial, en Oregon, del 15 al 24 de julio.
“Quiero estar en los siguientes Juegos Olímpicos. De momento confío en ir a los Juegos Bolivarianos en Valledupar, Colombia (del 24 de junio al 5 de julio), pero no creo que esté en los Sudamericanos de Asunción, Paraguay (del 1 al 15 de octubre), ya que esa fecha choca con un torneo con mi universidad que es la que me da los estudios y puedo perder la beca ya casi al terminar. Sin embargo, voy a seguir puntuando a nivel internacional que es lo que requiero para la clasificación olímpica”, explica.
Sobre si en algún momento surge la idea de quedarse definitivamente radicada en Estados Unidos, representando a ese país, Estrellita no lo ha pensado aún, pero tampoco lo descarta. Ama a Ecuador, extraña a su familia; salió con solo 18 años y le ha tocado madurar sola; sin embargo sabe que su desarrollo debe ir de la mano con el apoyo de las autoridades que aún no percibe.
NO CONSTA EN EL PLAN DE ALTO RENDIMIENTO
La vallista ecuatoriana formó parte del Plan de Alto Rendimiento hasta septiembre de 2019. Desde entonces, pese a competir por Ecuador en múltiples torneos, como el reciente Mundial Indoor, la semana pasada, en Serbia, solo recibe la ayuda de la universidad a la que representa.
“Desde que terminaron los Juegos Panamericanos en Lima, Perú, 2019, dijeron: “chao Maribel”. No es una queja, es solo lo que pasó. Entiendo que el Plan necesite de resultados nacionales para poder valorar a los deportistas que lo integran, pero deberían ver un poco más allá y fijarse que hay quienes como yo estamos cursando estudios universitarios en el exterior y aún así seguimos llevando la bandera de Ecuador y darnos algún soporte, más allá de los pasajes de avión que nos da la Federación para los torneos”, precisa.
Por ejemplo, hace poco más de un año fue la última vez que Caicedo vino al país. Llegó para visitar a su familia y estuvo a punto de no volver a Estados Unidos porque no tenía para el boleto de avión de regreso. Si eso pasaba, perdía la beca universitaria por la que tanto luchó. Finalmente viajó gracias a una donación.
Sobre este tema Fátima Navarro, mentora de la deportista, en su momento precisó. “Lamentablemente el Ministerio solo piensa que los deportistas son objetos que lo meten a un cajero y tienen que salir las medallas, y no es así”.