La historia de Faustino Oro, el niño de 10 años al que llaman el Messi del ajedrez
Nació en Argentina, es maestro internacional y asombra al vencer al campeón del mundo Magnus Carlsen en una partida rápida
Desde hace casi un año, el mundo del ajedrez no habla de otra cosa que de Faustino Oro, el niño argentino de 10 años que un 13 de abril de 2023 alcanzó fama internacional al lograr el grado de Maestro FIDE (Federación Internacional de Ajedrez).
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Bautizado como el ‘Messi del ajedrez’, el joven prodigio de este deporte consiguió el 24 de marzo un nuevo hito en la disciplina al derrotar al número uno del mundo, el noruego Magnus Carlsen, que lo convirtió además en el protagonista de un torneo que, desde el miércoles y hasta mañana, reúne a 600 jugadores de 52 países en San Vicente del Raspeig, en Alicante, España.
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Leer másAl VIII Open Internacional de Semana Santa de San Vicente del Raspeig, dotado con unos 20.000 euros en premios, acuden algunas de las principales figuras del ajedrez internacional, como el ucraniano Vasyl Ivanchuk (uno de los mejores del planeta) y la ocho veces campeona de España Sabrina Vega; sin embargo, la reciente victoria sobre Carlsen convirtió a Faustino Oro en la auténtica figura de la competición.
Y es que el ‘Messi del ajedrez’, llamado así por parte de algunos medios, es el número uno mundial sub-12, suma 2.330 puntos en el ranking standard y hace justo un año se convirtió en el ‘Maestro FIDE’ más joven de la historia por puntos.
Oro, quien paradójicamente le hace honor a su apellido, es el único ajedrecista en los más de 15 siglos de historia documentada de esta actividad, que a tan temprana edad alcanzó una fuerza de juego superior a los 2.300 puntos de Elo, el puntaje del ranking del ajedrez.
Su récord en precocidad lo sitúa por encima de legendarias figuras como Fischer, Karpov y Kasparov, e incluso del actual n.°1 del mundo y a su rival derrotado esta semana, Carlsen. Con sus hazañas frente al tablero batió las marcas en edad y de fuerza de juego con las que alcanzó los títulos de Maestro Candidato y Maestro FIDE. Le quedan solo dos peldaños para convertirse en Gran Maestro.
En el torneo actual, este ajedrecista imberbe, que cumplirá 11 años el próximo octubre, debutó en la mesa 86 con negras contra la española Lucía Follana Albelda, en la modalidad de 90 minutos más 30 segundos.
Acompañado desde la grada por sus padres, Alejandro y Romina, centrados en proporcionar la máxima tranquilidad y concentración a su hijo, Faustino Oro tenía previsto protagonizar nueve partidas hasta mañana en el pabellón Ginés Alenda de San Vicente del Raspeig, valedero para la clasificación internacional FIDE.
“Tiene un talento innato y una gran proyección que le hará, muy pronto, pasar de Maestro FIDE a Gran Maestro”, pronosticó Patricia Claros Aguilar, una de las organizadoras del torneo y presidenta de la asociación de ajedrez Damas Negras.
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Leer másJunto a sus padres, Faustino Oro trasladó el pasado diciembre su residencia desde Buenos Aires hasta Badalona (Barcelona) para facilitar su formación en esta disciplina deportiva y competir en el circuito europeo.
El mundo del ajedrez le sigue desde hace un tiempo, ya que, por ejemplo, recientemente batió al estadounidense Hiraku Nakamura, uno de los referentes del ajedrez a alta velocidad, y en el Mundial de Rápidas de 2023 en Samarcanda, Uzbekistán, protagonizó una jugada considerada por los expertos como una de las mejores del año para batir al ruso Rudik Makarian.
Ha sido, sin embargo, su victoria sobre el noruego Carlsen del pasado domingo, en una partida formato ‘bullet’, a un minuto por jugador, la que lo terminó de “encumbrar” como una de las mayores promesas del deporte internacional.
“Es bastante característico dentro del ajedrez la aparición de niños prodigio, el mismo Magnus Carlsen fue gran maestro a los 13 años. Acá juegan varios factores, primero debe existir una predisposición genética a la alta capacidad de la memoria episódica, la plasticidad de la función ejecutiva y la gran velocidad de procesamiento. En segundo lugar, todos estos prodigios pasan gran parte de su tiempo entrenando esta disciplina. Faustino declara más de 55 horas por semana. Con lo cual hay una base biológica en el cerebro sumado a un entrenamiento exhaustivo”, precisó Ricardo Allegri, jefe de Neurología Cognitiva, Neuropsicología y Neuropsiquiatría de Fleni.
Y agregó: “El cerebro de estos prodigios tiene un mayor desarrollo de aquellas estructuras relacionadas con estas funciones, no necesariamente tienen mayor inteligencia general ni un cerebro globalmente más desarrollado. Valga el salto, pensando en el cerebro de Einstein que era de menor tamaño que el de la media poblacional, sin embargo, aquellas áreas relacionadas con el pensamiento lógico matemático (parietal inferior izquierdo) estaban más desarrolladas”.
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