La fiesta en Guayaquil pasó la prueba
Policía Nacional, ATM y militares contribuyeron para que todo salga bien. Los operativos desplegados antes, durante y después rindieron sus frutos.
El Puerto Principal recibió la final única de la Copa Libertadores entre Flamengo y Paranaense. Además del campeón, la ciudad también se llevó una medalla por la organización.
La finalísima de la Copa Libertadores fue una prueba de fuego para el Puerto Principal. Con la sombra de la inseguridad que atemoriza a los ecuatorianos en el día a día, Guayaquil tenía un desafío considerable en relación a la organización de un evento de este calibre.
Cómo sería el trabajo de las autoridades de seguridad, cómo se manejaría el tráfico, cuál iba a ser el comportamiento del hincha extranjero y nacional, además de cómo se manejaría el comercio informal. Todas esas aristas fueron evaluadas en la previa del partido y dejaron, en su mayoría, resultados positivos.
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Leer másEXPRESO llegó con un equipo de trabajo desde las 10:00 al ingreso del sector de la Policía Judicial (PJ). Allí podían acceder hinchas y también los medios de comunicación. Fue visible el importante resguardo de seguridad, con una numerosa cantidad de efectivos policiales, agentes de tránsito y municipales. En cuanto a hinchas, el color que primó en la avenida Barcelona fue el ‘rojinegro’, mayormente del Flamengo.
La avenida Barcelona estuvo cerrada y las vías divididas en dos: una para los peatones que se dirigían al estadio y, del otro lado de la calle, vehículos autorizados, entre ellos de dirigentes, invitados y los moradores del sector que tenían salvoconducto.
En el ingreso al primer filtro, los hinchas de Flamengo se tomaban su tiempo para beber cerveza, entonar cánticos del Mengao, comer algo de lo que podía brindar el comercio informal y conversar de fútbol, de esta gran final, de la que ellos se sentían tremendamente favoritos. Y es que no había un pronóstico que baje de los tres goles a favor.
“Flamengo 3 - Paranaense 0, goles de Pedro y Gabigol”, decía Lucas. “No, no, Flamengo hoy gana 4-0. De Arrascaeta, Pedro y Everton marcan”, le replicaba su amigo, mientras compraban unas ‘geladas’ (cervezas en portugués) en el puesto de Jorge Mina.
Los municipales tenían la disposición de no impedirles vender, pero sí hacerlo con ciertos parámetros. “No queremos que no vendan, lo que está prohibido es que vendan en esta calle peatonal, donde solo es para que estén los hinchas, pase la prensa y nosotros estemos. Por eso les hemos pedido que se peguen a la pared de al frente. La idea es que ellos también puedan aprovechar esto”, precisó un general que pidió no revelar su nombre.
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Leer másA la hora de cruzar el primer filtro, el principal requisito era que el hincha tenga su entrada visible a la mano. Mientras que los periodistas debían tener exhibida su acreditación Conmebol. En el primer filtro había solo policías.
Al cruzarlo, unos 10 metros más adelante, personal de la organización indicaba al hincha por dónde caminar y dirigirse, según su localidad. Eso sí, faltaron algunos baños en el camino, porque hubo ciertos hinchas que no resistieron y se escondieron entre los arbustos del estero Salado para descargar.
El camino aún era largo y a la altura del túnel San Eduardo estaba el segundo filtro. Allí se dividían los caminos, al menos de medios de comunicación e hinchas. Los primeros tenían que ir a la vereda pegada al túnel y los otros continuar por la calle habilitada para peatones. Aquí la revisión fue mayor. Los policías procedían a la respectiva revisión corporal y unos auxiliares de Conmebol revisaban los boletos de los hinchas.
Faltando algo menos de un kilómetro, algunos hinchas visitaron los locales que estaban antes del ingreso para comer y beber algo, mientras que otros aprovecharon para sentarse y descansar del intenso sol guayaquileño.
Ya al llegar al reducto y preguntar a los torcedores por la organización, hubo diversas opiniones. Unos estaban más contentos que otros, pero ambos coincidían en algo: “Guayaquil es una maravillosa ciudad”.
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Leer más“No ha habido mucha información de por dónde ingresar. Nosotros tuvimos que darnos toda la vuelta para poder ir a nuestra localidad. Además que nos tocó caminar mucho desde el ingreso hasta acá. Sin embargo, el clima y la gente de esta ciudad han sido espectaculares”, dijo Alan, quien llegó con un gran grupo al Coloso del Salado.
“La caminata fue tranquila, nos sentimos seguros hasta llegar al estadio. Lo que sí es que hubo mucho tráfico hasta acá. Ha sido una buena experiencia”, agregó Lucas.
También hubo ecuatorianos que pisaron el Monumental para disfrutar el espectáculo de la final única. Juri Peralta, Tyron Saa, Rudy Cornejo y Andreína Ruiz coincidieron en que fue muy buena la organización y que “se debería replicar en los partidos del fútbol ecuatoriano”.
EXPRESO pudo observar que las autoridades identificaron a personas con falsas acreditaciones y otros con camisetas de paramédicos que no lo eran. Todos fueron retirados del recinto.
“Ha sido todo muy tranquilo hasta ahora, la gente ha sido muy amable y respetuosa. Se vive un ambiente muy alegre y único”, comentó uno de los efectivos de la Policía Nacional.
Frente al Monumental, ciertos informales encontraron la forma de vender, en su mayoría, cervezas, algo que los brasileños disfrutaron tener.
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Leer másPara entrar a la general sur las cosas cambiaban, pues había tres filtros: en el primero revisaban la entrada, en el segundo había otra revisión corporal y en el tercero se verificaba con una maquinita que el boleto sea original con el código QR.
Otro aspecto importante en la organización fue la atención médica. Hubo un simpatizante del Flamengo que llegó desde Irlanda para ver a su equipo, pero tenía una condición de movilidad especial y fue atendido por médicos del Cuerpo de Bomberos. Además, le facilitaron una silla de ruedas para poder trasladarlo hasta su platea.
A pesar de ciertas fugas, que igual la organización logró controlar, hubo una planificación bien estructurada que permitió que se viviera una fiesta al máximo. Ganara Flamengo o Athletico Paranaense, también ganaba Guayaquil, evidenciando que sí puede albergar eventos como este, y que al unir esfuerzos entre entidades, Gobierno Nacional y Municipio, principalmente, logró resultados favorables.