El fútbol playa en Ecuador, la identidad perdida
Luego de acudir al Mundial 2017, la disciplina decayó. Hoy con nuevo técnico se busca empezar de cero, pese a las limitantes de presupuesto
La selección ecuatoriana de fútbol playa tuvo en marzo de este año una discreta participación en un torneo Conmebol, específicamente en la Copa América Playa 2023 que se disputó en Rosario, Argentina, donde la Tri se ubicó novena entre diez selecciones participantes, solo por delante de Venezuela.
Ecuador sub-20: la vitrina tricolor está expuesta
Leer másEl resultado se vuelve aún más preocupante al recordar que la selección ecuatoriana ya fue al Mundial de 2017, en las Bahamas, donde hizo ilusionar a todo un país. Sin embargo, esa imagen cayó por los pisos en las eliminatorias de la edición 2021, en las que el equipo terminó último en su grupo, sin la posibilidad de pelear siquiera por un cupo al torneo.
Con estos antecedentes, la debacle de esta área del balompié nacional es evidente.
Leslie Dickens, presidente de la Comisión de Fútbol Playa de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), desde enero de 2022, califica al más reciente campeonato como “un aprendizaje”, tanto para él como para los jugadores y el nuevo cuerpo técnico que tomó las riendas.
“Yo no busco excusas, no es mi manera de ser; lo que explico es el contexto y la situación. Las condiciones (en la Copa América Playa 2023) eran iguales para todos: algunos partidos con 41° de sensación térmica y 34°, 35°, 38° de temperatura. Condiciones difíciles”, detalla Dickens a EXPRESO.
El dirigente indica que, a su criterio, el torneo Conmebol de este año fue mejor que el de las eliminatorias 2021. “Quitando el partido contra Brasil (derrota 13-0), perdimos por un gol contra Perú, un gol en el alargue contra Argentina, por un gol con Uruguay y le ganamos a Venezuela. De ahí que cuando uno abre un diario, mira que perdió, perdió, perdió, pero al vivir y ver lo que pasó es distinto”.
En noviembre de 2022 se le puso fin al ciclo de José Palma como técnico de la selección. Fue él quien llevó a la Tri al Mundial de 2017 y quien ese mismo mes logró que el equipo culminara segundo en la Liga Sudamericana de Fútbol Playa, disputada en General Villamil, Playas, solo por detrás de Brasil. Acierto o no, su salida fue decisión de Dickens.
Champions League: El Madrid iguala con el City y todo se define en el Etihad
Leer más“Un torneo a veces es circunstancial: puedes terminar con un buen resultado, pero el contenido no es lo que esperas. Lo que yo vi es que el ciclo del ‘profe’ Palma, a mi manera de ver las cosas, ya terminaba. Necesitábamos un cambio”, argumenta.
Tras la salida de Palma, el brasileño Jardel Chimello tomó su lugar. Llegó en febrero de este año, cuando faltaban apenas cinco semanas para la Copa América 2023. Y se obtuvieron los resultados arriba expuestos.
Al término del torneo, atribuyó la mala campaña a la “falta de preparación”, situación que dice es similar a la de 2021, cuando antes de las eliminatorias al Mundial, apenas se pudo jugar un partido amistoso, por la pandemia de covid-19.
“De todas las selecciones, la única que no estaba entrenando ni jugando era Ecuador. El último trabajo fue a inicios de noviembre de 2022, por la Liga Sudamericana. Es decir, en noviembre, diciembre y enero nadie estuvo entrenando. Entonces, cuando llegué, la primera cosa que hice fue una evaluación de los jugadores. Estaban gordos para jugar fútbol playa, para ser atletas. No estaban listos para el torneo, entonces sabíamos que iba a ser duro. Trabajamos 10-15 días como preparación. Hubo dos microciclos y ahí tuve que escoger a los futbolistas para llevar a la Copa América”, cuenta el entrenador, quien cumple su segunda etapa al frente de la Tri, ya que antes estuvo entre 2017 y 2019.
De acuerdo con Dickens, los correctivos están en marcha. Con Chimello, dice, la orden desde que llegó fue masificar un poco más el fútbol playa y, a la vez, crear una identidad para la selección, algo que para el nuevo director técnico se logrará solo iniciando un nuevo proceso.
“Hay que buscar jóvenes valores, mantener algunos; pero más que todo entrenar, jugar, porque si no hacemos eso, los resultados serán muy complicados. Hay que regresar a jugar de lunes a viernes, buscar una mejor estructura (de juego). Habrá un cambio de metodología de trabajo porque muchos jugadores no están acostumbrados a trabajar en alta intensidad. Hay mucho potencial pero, como en todo, hay que trabajar”, afirma el estratega de 52 años de edad.
La infraestructura donde se puede practicar fútbol playa es otro de los ‘puntos flacos’ a atender si se pretende una dinamización de esta disciplina.
Ismael Rescalvo manda un mensaje de despedida a los hinchas de The Strongest
Leer másActualmente hay escenarios en Babahoyo, Manta, Esmeraldas, La Libertad y Guayaquil (en el parque Samanes y junto al estadio Modelo, aunque estas últimas también sirven para entrenar voleibol playero).
En General Villamil, la actual comisión inauguró en mayo de 2022 la cancha donde se disputó la Liga Sudamericana de esa temporada. Sin embargo, en 2021 Jhonny Larena, expresidente de la comisión, anunció en entrevista con este Diario que estaba previsto construir un escenario en Daule, pero actualmente “todavía falta para tenerlo listo”, reconoce Dickens.
Aun así, el objetivo es crear más infraestructura. “Si quieres masificar un deporte, necesitas más de un centro, tener más gente jugando en más canchas. Esa es una de las estrategias. Y para tener una selección necesitamos buscar (jugadores) en todo el país”, subraya el dirigente, quien adelanta que se aspira a tener también una cancha en El Oro y en la base militar de Salinas.
FALTA DE PRESUPUESTO
Las limitaciones económicas actuales de la Federación Ecuatoriana de Fútbol afectan directamente el desarrollo del fútbol playa. Y el presidente de la comisión asegura estar consciente.
“Ahí entra la parte donde hay que ser creativo. Nos hemos acercado a las alcaldías. Ellas ponen el dinero que está fuera del presupuesto de la FEF”, explicó.
Un ejemplo de trabajo mancomunado es el escenario de La Libertad, que se construyó con la colaboración del Municipio de ese cantón.
Dickens no reveló a cuánto ascenderá la asignación presupuestaria 2023 para el fútbol playa por parte de la FEF, ya que todavía falta definir detalles para el campeonato nacional de la disciplina, un proyecto que aún está en construcción.
El directivo aboga por tener algún día una liga profesional de fútbol playa, y que clubes como Barcelona o Emelec participen; pero aclara que el primer paso es crear y consolidar el proyecto de campeonato de ascenso.
TORNEO DE ASCENSO A LA VISTA
La Comisión de Fútbol Playa de la FEF adelantó a EXPRESO que se trabaja en la realización de un campeonato ecuatoriano de esta modalidad, que contará con 16 equipos en la rama masculina y 8 en la femenina. Además, se exigirá la presencia de mínimo dos jugadores sub-20 por equipo. Tentativamente, el torneo arrancaría en julio y se extendería hasta octubre.
El primer paso fue realizar un inventario de cuántos clubes y jugadores hay, algo que según la actual dirigencia “nadie había hecho hasta ahora”. Se espera en los próximos días tener el calendario oficial.