Holger Rune, la amenaza viene del norte
El tenista danés de 19 años representa el principal rival de cuidado para un Alcaraz de la misma generación. Empezó el año 103, ya es #10
“Si Alcaraz está al 60 % de su capacidad, Rune está al 50 %”, lanzó en modo de provocación el entrenador del danés, el francés Patrick Mouratoglou, después de que su pupilo levantara el domingo 6 de noviembre su primer Masters 1.000 de París venciendo al legendario Novak Djokovic.
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Leer másNacido en el municipio de Gentofte, al norte de Copenhague, un 29 de abril de 2003, seis días antes que el actual número uno del mundo, Carlos Alcaraz, Holger Rune pasó ya de promesa a realidad en solo dos años en el circuito profesional. A inicios de temporada era 103 ATP; el lunes ya despertó como #10.
Obsesionado con el tenis desde niño y siempre apoyado por su familia, en especial su madre, Aneke, la carrera del tenista se resume a una cuestión de autoconfianza.
“Lo que más me sorprende de él es su ultradeterminación, tiene una creencia en lo que hace más allá de la media”, contó Mouratoglou, quien trabaja con el prodigio escandinavo desde este 2022.
Batir a Djokovic en una final comenzando un set abajo no está al alcance de todos, como tampoco eliminar, en un mismo torneo, a un jugador con 16 victorias seguidas y octavo del mundo, Felix Auger-Aliassime; a un número uno (Alcaraz) y al décimo y al noveno del ránking, Hubert Hurkacz y Andrey Rublev, respectivamente.
Todo eso lo consiguió la semana pasada Rune y con solo 19 años. Cuarto finalista de Roland Garros esta temporada (torneo que ganó en 2019 como juvenil), finalista en Sofia y Basilea y vencedor en Estocolmo (y a inicios de año en Múnich), el danés termina la temporada lanzado.
Volcánico dentro de la pista, fuera de ella tiene un aspecto casi angelical, con una voz aguda, casi infantil. Ante los periodistas al jugador le puede la timidez, con respuestas rápidas y evasivas.
Durante los partidos su mirada siempre se dirige a su box, con su progenitora a la cabeza. Sea para celebrar o para lamentarse por un punto fallado.
“Sin ella no estaría hoy aquí. Ella me ha estado apoyando desde que era un niño y ella sigue aquí. Es increíble tenerla a mi lado”, reconoció el imberbe danés de físico rotundo (1,88 metros y 77 kilos).
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Leer másPara Mouratoglou, este núcleo familiar, en el que está incluido el padre y la hermana de Rune, es crucial para que tenga éxito.
“Los padres son esenciales, están siempre allí, en un deporte tan duro como el tenis, puedes cambiar de entrenador, pero no de padres”, consideró el histórico preparador de Serena Williams.
La gestión de las emociones ha sido clave en el sensacional otoño de Rune, apuntó Mouratoglou. “Ahora las gestiona mejor, es más estable”.
Si la victoria en el Masters 1.000 de París-Bercy es el nacimiento de una rivalidad con Alcaraz, solo el tiempo lo dirá. De momento, Djokovic, quien cayó este año ante ambos, los puso ya a la misma altura y se permitió analizarlos.
“Los dos defienden muy bien, uno (Holger) tiene mejor revés, otro (Carlos), el golpe de derecha”, resumió el ganador de 21 grandes.