Independiente del Valle encontró el equilibrio
El rayado tiene la mejor defensa de la segunda etapa, pero también ostenta el ataque más ofensivo. Delfín es el siguiente reto
Independiente del Valle fue el equipo que más se movió en la última ventana de fichajes. Llegaron cinco jugadores y se fueron seis. Sin embargo, el entrenador portugués, Renato Paiva, encontró la fórmula para engranar a las nuevas piezas y potenciar el rendimiento del plantel.
Y como consecuencia, en las primeras cuatro fechas, de la segunda etapa de LigaPro, se ha convertido en el club con la mejor ofensiva y la defensa más sólida.
En el ataque, por ejemplo, el cuadro rayado ha convertido diez goles. Equivale a 2,5 por encuentro. De ellos, Jonathan Bauman marcó cuatro y Fernando Gaibor uno. Es decir, el 50 % de las anotaciones fue aporte de dos de los nuevos integrantes del equipo.
En la defensa, en cambio, Independiente del Valle ostenta el arco menos vencido. Apenas le han convertido en dos oportunidades y eso ocurrió en la primera fecha, ante Orense. En los últimos tres encuentros no concedió un solo gol.
Los rayados juegan con tres defensas centrales. Richard Schunke, Luis Segovia y Anthony Landázuri fueron los principales protagonistas. Pero, desde la fecha anterior ya jugó Mateo Carabajal, otra de las nuevas caras en el plantel. Landázuri dejó su espacio, por el momento.
Los otros refuerzos son Junior Sornoza y José Angulo. El primero tiene más influencia en el juego ofensivo. Se está convirtiendo en el generador principal. En tanto que José Angulo todavía no puede convertirse en el aporte goleador. En la fecha pasada falló un penal, pero es una constante referencia en el área.
Paiva reconoció que estaba contento con el rendimiento de la plantilla, pero necesita seguir ajustando las piezas para conseguir el óptimo. No se deja llevar por las cuatro victorias consecutivas, ni por el liderato. Para él, cada encuentro es una prueba distinta y falta mucho para el objetivo. De todas maneras siente que está en buen camino.
Y su momento dista mucho de la realidad del Delfín de Manta, su rival de turno.
El equipo manabita está mal en las dos tablas. No ha ganado en la segunda etapa y tiene apenas dos unidades. Mientras, en la acumulada está separado de la zona del descenso por apenas tres puntos.
Buscando un cambio a esa situación, la directiva cambió de entrenador, pero Horacio Montemurro no ha podido ganar un partido. Fue derrotado en los últimos dos, ante Emelec y Guayaquil City.
A su favor cuenta que el equipo genera oportunidades de gol. En su contra están los problemas en la definición. Espera retomar el buen camino, ya con el nuevo refuerzo, el volante Gonzalo Ritacco.
