Las individualidades inclinaron la balanza en el Clásico del Astillero
Barcelona logró sacar adelante un partido al que llegaba como favorito, pero que en su desarrollo se le complicó. Emelec aún no encuentra el rumbo
Fue una fiesta sin invitados, bajo las reglas de la nueva normalidad, a la que Barcelona llegó como el gran favorito, pero tuvo que multiplicar esfuerzos para obtener una victoria que le permite estar al acecho del puntero y, de paso, dejar mal herido a un rival directo en la lucha por ganar la primera etapa.
Fabián Bustos e Ismael Rescalvo consideran que sus equipos merecían la victoria, basados en: el control del esférico, llegadas de peligro, juego colectivo y rendimiento general. Las estadísticas y el resultado final le dan la razón al director técnico del Ídolo ecuatoriano.
Dos profesionales consultados por EXPRESO coinciden en que el primer Clásico de la temporada “fue apasionante”, y que su definición se produjo por la combinación de la presión de los amarillos y errores puntuales de los azules.
“Vimos un choque más emotivo que destacado en el aspecto técnico y táctico. La necesidad de rotar los plantes hace que se vean mejor las individualidades que el rendimiento del equipo. Lo más justo era un empate, pero por allí unas desatenciones muy grandes de la defensa de Emelec terminaron inclinando la balanza”, es la lectura de Carlos Sevilla.
Si digo lo que se me pasó por la cabeza en el penal de Fidel Martínez cierran la rueda de prensa, pero él tiene esa capacidad. Este grupo se merecía el triunfo, Barcelona siempre buscó el arco rival. No se estaba dando, pero al final obtuvimos un justo triunfo.
“Fue un partido muy emocionante, jugado con intensidad, con pierna fuerte, pero sin querer dañar al rival. Considero que Rescalvo se equivoca al insistir con elementos que no le responden. Facundo Barceló es un delantero muy frágil para nuestro medio y la entrada de Bryan Cabezas le permitió a Byron Castillo reforzar esa banda, lo que al final fue decisivo”, opinó Ricardo Armendáriz.
La suma de errores estratégicos de parte del entrenador del Bombillo, sumado al bajo nivel de algunos de sus dirigidos -especialmente muchos de los que ingresaron al cambio- se combinó con la incesante presión de los locales y su superioridad en la cancha, especialmente en lo que a individualidades se refiere.
“En Barcelona lo mejorcito fue su bloque defensivo, porque tiene en Bruno Piñatares y Gabriel Marques a dos pilares adelante de la línea de posterior, que ayudan a resolver y a simplificar su trabajo. En Emelec el único claro es Sebastián Rodríguez”, acota Sevilla.
Teníamos al rival controlado en las zonas que usa para atacar. En el segundo tiempo sentimos que podíamos ganar el partido, tuvimos la ventaja del gol y pensamos que el partido estaba controlado. Perder por estos detalles, te deja cuando menos jodido.
Los consultados coinciden en que a los canarios los esperan mejores días, no solo por su riqueza de plantel.
A criterio de ambos, Bustos supo adaptarse y utilizar de mejor manera el material humano con el que cuenta, algo que Rescalvo está lejos de alcanzar, porque cada fecha realiza variantes para recién tratar de encontrar su once ideal.
