La insaciable lucha de Luisa Valverde
La luchadora de 53 kg se encuentra recuperándose de una lesión en la clavícula y aspira a llegar a sus segundos JJ.OO. en París 2024, pero en una división superior
El silencio comienza a disiparse. De fondo, en un parlante portátil, se escucha música urbana, mientras un adolescente mira boca arriba el deslucido tumbado del salón de lucha olímpica en el Polideportivo Huancavilca. Al parecer, es una señal de que el entrenamiento está por iniciar.
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Leer másJóvenes y adultos llegan de a poco mientras el volumen de ‘Moscow Mule’ aumenta en el altavoz. La lenta pero firme caminata de los deportistas que ingresan a la recámara alertan al profesor Eduardo Puentes, quien va despejando las mancuernas regadas sobre la amplia colchoneta.
A falta de cuatro minutos para que inicie el calentamiento, llegó Luisa Valverde. A diferencia de sus compañeros, que arribaron vestidos con camiseta y pantaloneta, la reciente campeona de lucha en los Juegos Suramericanos de Asunción 2022 vino con blusa y jean. Parece una jornada atípica. Y así será. Rápidamente se dirige a los camerinos para ponerse la malla.
En su participación en los Odesur, Luisa sufrió una luxación en la clavícula en la final ante la brasilera Giullia Rodrigues. Afortunadamente pudo conseguir la ansiada presea dorada y cerró una gloriosa competición para la delegación tricolor que obtuvo cuatro medallas de oro en lucha femenil.
“Tengo que recuperarme porque sino tendré que operarme. Estoy tratando de no llegar a eso porque el año que viene entramos en los clasificatorios y quiero volver a estar en los Juegos Olímpicos”, mencionó Luisa convencida sobre el gran objetivo, pero con un reto adicional. Clasificar en los 57 kg. Algo inédito para la ecuatoriana acostumbrada a luchar en los 53 kg y que por primera vez en este ciclo olímpico optó por aumentar de categoría.
“No es que me cueste bajar de peso, pero a mi edad y mi somatotipo tenía que hacerlo y eso me estaba haciendo daño”, expresó la riosense, quien luego de su victoria en los Odesur de Asunción y Juegos Bolivarianos en Valledupar se convirtió en “la única deportista (ecuatoriana) que tiene campeonatos en tres categorías diferentes”.
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Leer másDe 31 años, Luisa es una de las luchadoras activas con más recorrido en el país y sus compañeros lo saben. Todos la respetan y hasta en ocasiones le “temen” por su cara “seria”.
“La gente piensa que soy enojona, pero se equivocan. A veces no se me acercan porque dicen que tengo la cara seria, ya después cuando me ven tomándome foto con alguien más cambian de opinión”, expresó la nacida en Babahoyo, cantón donde inició su carrera deportiva hace 17 años.
Tras la muerte de su abuelo en un accidente de tránsito, la China, como la apodan sus familiares, continuó trabajando en el triciclo que el yayo utilizaba para recorrer las calles de Babahoyo buscando desperdicios para la lavaza que servía para el criadero de chanchos que tenía. Con tan solo 13 años, Luisa en compañía de su hermana y prima, continuaron realizando esta labor y gracias a esto fue que conoció el mundo de la lucha.
“Me levantaba a las 05:00 para trabajar en el mercado 4 de Mayo. De ahí iba al colegio hasta las 18:00 y media hora después ya estaba junto a mi prima y hermana recogiendo el triciclo. A esa hora practicaban la lucha y yo me quedaba. A veces nos daban las 23:00 y no llegábamos con la lavaza completa a la casa”, dijo entre risas, mientras a su espalda, los 20 chicos que dan vueltas en la colchoneta terminaban de calentar.
Durante la pausa, una vieja pelota toma protagonismo en la sala. Un par de jóvenes comienzan a jugar fútbol y los demás toman aire. El ambiente es bueno y las risas no faltan, la música tampoco. El profesor Pesantes pega un silbido luego de unos minutos y sus pupilos se vuelven a formar, esta vez, la intensidad aumentará.
El profesor, de nacionalidad cubano-ecuatoriana, es uno de los entrenadores de Luisa. Él ha palpado en primera persona el crecimiento de su alumna a la que estima mucho. “Como atleta y persona, ¡uff!, la quiero. Ella está lesionada y aún así está acá”.
“Desde la semana pasada está haciendo trabajos en el tren inferior. Es toda entrega, coraje, arriba y colchón”, precisó Puentes sobre la ganadora del diploma olímpico en Tokio 2020+1. “Es una gran persona y muy frontal, pero eso en ocasiones le ha jugado en contra por los problemas que conocemos que tiene con la Federación de Lucha”, apuntó.
La lucha ecuatoriana en alerta roja
Leer másPrecisamente fue después de su participación en Tokio que Luisa junto a su colega Andrés Montaño denunciaron problemas a la interna de la Federación Ecuatoriana de Lucha Amateur (FELA), aprovechando el reclamo que el ciclista olímpico Richard Carapaz hizo público por la falta de apoyo dirigencial en Ecuador. “Después de ese lío, la FELA denunció al Ministerio de Deporte y al Comité Olímpico Ecuatoriano (COE), y se van a juicio. Hasta hoy, la situación no se arregla”, comentó la luchadora, quien ahora es dirigida por la United World Wrestling y actual número dos del ranking mundial de la Serie de Túnez en los 53 kg.
Consciente sobre su lesión, el reto está plasmado y solo Luisa Valverde sabe todas las peripecias que vivió para alcanzar todos sus logros. París 2024 será la meta.