Insuaste, más que un ultramaratonista
El guayaquileño lleva una vida dedicada al deporte. Es el primero en desafiar los límites en Ecuador y Sudamérica
Cuando usted esté leyendo estas líneas Ronald Insuaste habrá cumplido su maratón 43, corridas en igual número de días, un reto que nunca antes se dio en el país, ni en Sudamérica. El objetivo es llegar a las 50 hasta el 31 de enero.
Con 33 años, este guayaquileño, licenciado en cultura física, profesor de una escuela fiscal de la ciudad, y deportista desde los 10 es un ciudadano común. La diferencia la marca cuando cuenta su historia y explica el por qué nunca le gustó ser “un corredor más”.
En los últimos 43 días más de uno lo vio e incluso corrió junto a él por las calles del norte, sur y centro de Guayaquil. Ya da los pasos con dificultad, renguea, y grita tan fuerte que suele quedar al borde de las lágrimas por el agotamiento al final de cada prueba, pero él no para.
Contrario a lo que muchos puedan pensar Ronald no inició su vida deportiva corriendo, sino haciendo natación en el club Salesianos a la edad de 10 años cuando era alumno del colegio Domingo Comín. Su hermana mayor, quien ya nadaba, fue su iniciadora y quien lo motivó a ese deporte. Dos años más tarde el triatlón entró a su vida “porque estaba de moda” con un pequeño detalle: no sabía andar en bicicleta.
“La historia es hasta un poco graciosa. Empecé a nadar cuando le tenía pánico al agua, pero aprendí y competí en torneos internos. Ya cuando entré al triatlón no sabía andar en bicicleta, tanto así que mi primera carrera fue a los 12 años en una ‘montañera’ con rueditas y logré llegar entre los primeros lugares”, recuerda Insuaste con una sonrisa.
Poseedor actualmente de algunos récords nacionales, entre ellos correr durante 6, 12, 24 y 72 horas sin parar, Ronald hizo triatlón hasta los 17 años que dejó el colegio; incluso hizo un medio Ironman, pero no avanzó más. En el 2005 debutó corriendo en la primera Maratón de Guayaquil y terminó primero en su categoría; desde entonces quedó enganchado.
“Vi muchos videos de retos de largas distancias en YouTube y me los planteé”, precisa. La primera gran prueba fue correr 120 kilómetros de Chanduy a Guayaquil, y lo hizo.
Tras los récords nacionales apuntó a lo internacional y en el 2018, fue el primer ecuatoriano en correr 6 días seguidos, en Uruguay (513 kilómetros). Además se apuntó la mejor marca en Sudamérica por correr 24 horas, fue el único latinoamericano en hacer 6 días en una caminadora (664 kilómetros) y mucho más.
Pero “El Ultra” como se hace llamar, es más que solo asfalto. Estudió y se graduó de licenciado en educación física y desde el 2005 se ha desempeñado como profesor en varias instituciones educativas, tanto fiscales como particulares de Guayaquil, mayormente para impartiendo clases a niños; quizás de ahí provenga su energía.
“Son facetas de mi vida que no todos conocen... Trabajo, tengo mis ocupaciones, diligencias y estudié como cualquier mortal; además tengo en la mira empezar una maestría en gerencia deportiva”, precisa.
En el desafío de las 50 maratones en 50 días solo le restan 7 por cumplir. Han sido una montaña rusa de sensaciones.
A muchos escuchó decir que quizás no lo iba a lograr, que renunciaría a mitad del reto o que solo lo hacía para llamar la atención, pero ha demostrado desde el 13 de diciembre que no es así. Empezó con tiempos promedio de 3 y 4 horas, hasta que llegó al día 17 y 18 donde estuvo a punto de tirar la toalla pues registró más de 5 horas.
“Fueron las maratones más críticas, pero mi mente es fuerte. Asimilo esos días como malos, pero no me detengo. Podrán decir lo que quieran de mi físico, que corro rengo o que se me ve adolorido, pero nadie está en mis zapatos. Solo yo se lo que estoy viviendo y te puedo decir que aquí no pasa nada. Voy a seguir hasta terminar lo que empecé”, expresa Insuaste con una convicción de acero.
Una de las cosas más gratas que Ronald rescata es el poder de convocatoria que el desafío ha tenido no solo en Guayaquil, sino a nivel nacional y hasta internacional. “Desde que empecé hasta hoy puedo decir sin temor a equivocarme que más de un centenar de personas me ha acompañado en mis trayectos. Ellos han sido el 90% del reto con sus muestras de apoyo y cuando me dicen que corra por ellos, algo que hasta cierto punto es conmovedor”, acota.
Medios de comunicación de Argentina, Colombia, México y hasta España y Portugal se han puesto en contacto con él para conocer más del reto e imitarlo. Nadie en la región lo ha hecho.
Mientras eso sucede, Ronald ya piensa que la maratón antes de la final (la 49). “Será la más dura de todas, porque estaré al borde de mis límites. La 50 si creo que será un paseo. Estoy pensando en una caravana de corredores como en la película de Forrest Gump donde detrás de mi vaya un grupo de personas, manteniendo la distancia, pero upándome. Será una fiesta”.
JUEGOS OLÍMPICOS NO; MUNDIAL SÍ
Cuando se le pregunta por qué nunca busco convertirse en deportista de elite corriendo largas distancias con miras a unos Juegos Olímpicos, Insuaste responde que hasta cuando estuvo en el colegio representó a la provincia en triatlón e incluso llegó a ganar oro en los Juegos Regionales de Machala 2003; sin embargo cuando salió del colegió y se dedicó de lleno a correr descubrió qiue lo suyo no era imponer marcas de tiempo, sino de distancias. A lo que no renuncia y que tras el desafío 50/50 ha avivado es a competir en una Copa del Mundo de Ultramaratón que este año se realizará en septiembre, en Rumaina. Para eso debe demostrar que puede correr 24 horas sin parar en un torneo clasificatorio; el más próximo será en abril en Uruguay. Eso quisiera