Johnny Morales, sueños de gloria en el Torneo Ciudad de Milagro Copa Extra
El pequeño capitán de la escuela de Emelec en Milagro, de la categoría Sub-8, es la figura de su división
En la cancha es el niño de zapatos anaranjados, está en el medio campo y es quien dirige al equipo. Johnny Alfredo Morales Acosta es el capitán de la sub-8 de la escuela de fútbol Emelec, en Milagro, que participa en el Torneo Copa Diario Extra.
Su entrenador, Alfredo Dávila, tiene plena confianza en su capacidad, constancia y en el trabajo que realiza en cada encuentro deportivo. Destaca la experiencia adquirida a su corta edad, pues a sus 8 años ha estado en más de cinco finales.
Y es que el Capi Morales, como lo llama de cariño, inició su vida deportiva hace cuatro años, cuando el club eléctrico abrió su escuela de fútbol en Milagro. Desde entonces, su padre, Johnny Morales, lo inscribió para que aprenda todo sobre “el rey de los deportes” con la esperanza de verlo, en un futuro, jugando como titular en el Capwell.
El padre de Johnny no es el único emelecista, pues el haber ido al estadio y gritar los goles del Bombillo juntos, ha hecho que el amor al cuadro eléctrico sea familiar. Su madre, Leonela Acosta, es quien se preocupa por la alimentación y el cuidado del mayor de sus dos hijos.
Pero para poder practicar el fútbol, Johnny debe cumplir con ciertas reglas dentro de casa. La más importante son sus obligaciones escolares, pues cursa el octavo año de educación básica en la Unidad Educativa Parvulitos Traviesos y, solo cuando ha culminado con sus tareas, puede acudir a los entrenamientos los martes, miércoles y viernes a partir de las cuatro de la tarde.
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Leer másAunque tratan de inculcarle que debe seguir una carrera universitaria y obtener una profesión, no pueden ocultar, al mismo tiempo, sus deseos de verlo convertido en un futbolista profesional. La capacidad y el rendimiento que tiene en la cancha, han servido para que el Capi Morales sea llamado a reforzar las categorías superiores de la escuela de fútbol.
“Yo lo veo con las mismas cualidades que Piero Hincapié. Su talla, su velocidad lo llevan por ese camino y me atrevo a decir que, si sigue así, en unos cinco años puede estar en la selección de Ecuador, en la categoría menor”, reconoce su entrenador.
Mientras tanto, los padres del niño, como una manera de consentirlo y cuidarlo, masajean sus pies después de cada encuentro deportivo y lo limitan de la comida chatarra. Tampoco le permiten el uso excesivo de la tecnología, como juegos en línea y prefieren verlo divertirse con la pelota.