Jonás Koreiva, el ascenso del ‘niño de oro’
El medallista más joven en la historia de los Juegos Bolivarianos es ecuatoriano y pese a lo que muchos puedan creer, empezó haciendo todo menos velerismo. Se proyecta como medallista olímpico
Nos atiende vía telefónica en medio de un torneo que se disputa en Paracas, Perú. Y es que luego de los Juegos Bolivarianos de Valledupar 2022 el velerista ecuatoriano de la clase optimist, Jonás Koreiva, no ha parado. Su vida, tras convertirse en el medallista de oro más joven en la historia del primer evento del ciclo olímpico, con 11 años y 10 días, dio un giro de 180 grados.
Primero fue recibido por las máximas autoridades deportivas del país y días después ya estaba sentado en la mesa con el presidente de la República, Guillermo Lasso, con quien hasta se tomó una selfi. Sin embargo, muy al contrario de lo que se pueda pensar, al joven nacido en La Libertad, provincia de Santa Elena, no le gusta que le digan o lo traten como “famoso”; se siente extraño, se sonroja e incluso ha llegado a incomodarse.
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Leer másAclara que es un niño normal, solo que ama el velerismo, deporte que le dio la llave para meterse en la historia de unos Juegos que datan de hace 84 años, cuando en 1938 se realizó la primera edición. Solo viéndolo así recapacita que lo que ha conseguido es grande.
“Todo ha sido muy rápido. Estoy compitiendo en un Clasificatorio de Perú y de aquí me alisto este año para el Panamericano, pero antes estaré en La Semana de Brasil, competencia internacional con los mejores del continente”, cuenta Jonás descifrando su ajetreado itinerario.
La proyección de su carrera luego de los Bolivarianos es la mejor. De acuerdo con el ministro de Deporte, Sebastián Palacios, la idea es que sea medallista olímpico para Brisbane 2032; hasta que eso suceda seguirá trabajando con la misma determinación con la que ahora, ya que la fórmula parece estar dando resultados.
“Muy pocos saben que los Juegos Bolivarianos fueron mi primera competencia a nivel internacional; antes nunca había salido, solo tenía participaciones en Ecuador”, acota. Pero no siempre todo fue velerismo.
El romance entre Jonás y el deporte es especial. Empezó a practicarlo a los 5 años y no fue sino hasta los 7 que comenzó a competir. Antes desfiló por distintas disciplinas como tenis, natación, tenis de playa, surf y hasta fútbol, pero no se quedó en ninguna. El velerismo lo atrapó.
“Yo creo que es el más completo: aquí se aplica destreza física, técnica, estrategia, todo lo que los otros deportes me ofrecían, con el plus de que me gusta mucho el mar. Cuando estoy en el agua me siento relajado, pero cuando estoy en media competencia y me va mal me estreso. Soy muy competitivo”, recalca.
El crecimiento meteórico en su nivel, Koreiva se lo adjudica a su entrenador Julio Silva, con quien entrena desde los 8 o 9 años aproximadamente. Incluso asegura que con él fue con quien le agarró “el gusto” al deporte. “Antes solo perdía, pero él (Silva) confió en mi capacidad y ya empecé a ganar”, sostiene el pequeño.
De la consecución del oro bolivariano que lo hizo trascender en la historia recuerda todo con detalle. “No estaba nervioso. Solo el segundo día de regatas tuve que pensar más de lo normal en la estrategia, pero luego recobré el control”, precisa. Al final Jonás siempre estuvo entre el primer y segundo lugar de las 7 regatas que se disputaron para descifrar al campeón.
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Leer másComo anécdota cuenta que cuando terminó el torneo, e iban a proclamar al vencedor de la clase optimist individual masculina, es que se enteró de que él era el más joven en la historia de los Juegos. “Me enteré al último. Sí, me sentí ‘famoso’ (suelta una carcajada), pero solo fue por un momento. Ya después lo tomé normal”, manifiesta.
En su escuela, la unidad educativa Eugenio Espejo del cantón Salinas, donde actualmente cursa el 7° año de Educación General Básica, Koreiva es todo un personaje. Mónica Moreira, coordinadora zonal, fue a felicitarlo personalmente en una visita a la institución y resaltó la importancia del deporte en estos tiempos.
Y es que más allá de ser una “estrella”, Jonás, quien por primera vez pasó a formar parte del Plan de Alto Rendimiento luego de Valledupar, cree que su victoria puede servir de referencia para demostrar lo bueno que es hacer deporte y esforzarse por lo que verdaderamente se quiere.
“Los chicos deben ver que si no despuntan en un deporte deben seguir intentándolo con otros; me pasó a mí. Tuve que pasar por varios hasta encontrar el mío. Siempre hay que seguir intentándolo”, remata.