Jorge Quiñónez recicla para correr
El reciente campeón de los Juegos Nacionales de Deporte Adaptado inspira con su historia de vida. Las Olimpiadas de Colombia 2023 son su próximo paso
En Socio Vivienda 2, al norte de Guayaquil, también hay historias de superación y ‘héroes’ deportivos. El plan habitacional que estuvo intervenido hace pocos meses por la policía y militares, debido al alto índice de violencia, es la cuna de Jorge Quiñónez, un atleta con discapacidad que llegó a coronarse campeón de los Juegos Nacionales de Adaptado en la prueba de los 100 metros planos del paraatletismo.
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Leer másPese a tener una discapacidad del 65 por ciento -tiene dificultad en su pierna derecha para caminar-, Jorge, de 16 años, decidió superar las barreras no solo deportivas, sino también las de la conciencia social.
Y es que cuando no está entrenando, Jorgito -como le dicen sus amigos- se dedica a reciclar botellas de plástico vacías, con el objetivo de obtener dinero para los pasajes del bus que lo trasladan hasta la pista atlética de la Federación Deportiva del Guayas (Fedeguayas), en el centro de la ciudad y así poder cumplir con su cronograma deportivo.
El deportista es el orgullo de su barrio. EXPRESO lo visitó y no fue difícil encontrarlo.
“Jorgito vive por allá… anda con dos medallotas gigantes en el pecho. Apoyen a ese pelado, para que vea que aquí hay full gente positiva”, precisó un joven de 20 años del sector. Metros más allá estaba Quiñónez.
En una cancha sintética, la que hasta inicios de este año fue su segunda casa, el deportista estaba sentado. Resulta que el sueño de su vida primero era convertirse en futbolista, quería ser arquero o delantero, pero la discapacidad en su pierna derecha se lo impedía.
“Jorgito entrenaba fuerte, aquí lo teníamos como jugador, tenía buenos reflejos para el arco, pero como delantero no tenía mucha fortuna”, explicó Carlos Macías, exjugador de Barcelona, quien desde hace algunos años enseña los secretos del balón a los chicos de Socio Vivienda.
“Gracias por venir, acá nadie me ha venido a buscar para entrevistas”, expresó con sorpresa el deportista, quien además es estudiante de noveno de educación básica de la Unidad Educativa Pedro Vicente Maldonado, en el mismo sector.
“Quería ser jugador de fútbol, ese era mi sueño. Cuando han venido jugadores hasta aquí les decía que iba a ser como uno de ellos, pero creo que no se iba a dar, así que a inicios de este año me dijeron que por tener buen estado físico podía ser un gran atleta y me dejé llevar... ahora tengo estas cuatro medallas de oro nacionales”, menciona emocionado el campeón.
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Leer másQuiñónez empezó ganando dos medallas en un torneo de deporte adaptado que realizó en agosto de este año Fedeguayas y luego dio el salto al # 1 del Ecuador ganando dos preseas de oro en los Juegos Nacionales. Según los expertos en paraatletismo, su meta no tiene techo, ya que su registro de 17 segundos en los 100 metros planos le permiten ubicarse entre los primeros cinco corredores del mundo.
Actualmente su entrenador es el profesor cubano Bernardo Valdés, el mismo de la medallista Paralímpica Kiara Rodríguez. Con él practica de 14:00 a 19:00, en Fedeguayas.
La proyección es ambiciosa. Jorge fija su objetivo en las próximas Olimpiadas Especiales que se desarrollarán en Colombia, en 2023.
“Primero Dios, eso es lo primero, pero hay días que no puedo dormir de solo pensar en las Olimpiadas en Colombia, será mi primer viaje internacional y quiero darle medallas a mi país. Es lindo ganar y que la gente te aplauda. Sueño con estar en Colombia”, precisó emocionado.
Quiere que las medallas le tapen el cuello y que sean de oro, con las que sacará de la pobreza a su amada abuela.
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Leer másDe ganar en este evento, Jorgito podría entrar en una clasificación que le permitiría obtener una beca del Comité Paralímpico Ecuatoriano, con el apoyo del Comité Olímpico o de alguna institución que lo apoye.
RECICLADOR, CON ORGULLO Y SIN PENA
Según el recorrido que a diario hace el paraatleta, hay una hora de distancia entre Socio Vivienda 2 y la pista de entrenamiento y muchas veces es en ese trayecto donde empieza la recolección, otras veces en cambio sale con su abuelita, Dilia Bolaños.
Jorgito cuenta que como donde entrena ya hay gente que conoce de su otra actividad hay personas que le guardan las botellas, y él no se hace problema. Cuando llega a la pista también se dedica a recogerlas, dice que sus amigos ya se las tienen reservadas, además hay profesores y amigos que le dan la mano.
“Mientras Dios me dé vida no hay problema de nada, me las buscaré como sea para entrenar, recogiendo botellas, pidiendo apoyo. Hay gente que me conoce mucho y me da la mano. El profesor Valdés es buena gente”, expresó el deportista.
Jorgito pudo ser jugador del Astillero, venía entrenando, pero ser un campeón de paraatletismo es un regalo de Dios y un ejemplo de superación”, indicó Héctor Pesántez, de la Academia Astillero, quien en estos días le entregó una canasta navideña al deportista.