La esencia de Julio Castillo le dará el boleto a Tokio
El púgil ecuatoriano estuvo a punto de dejar el boxeo antes de ser vicecampeón mundial. Hoy es referente y quiere sus terceros Juegos Olímpicos.
A Julio César Castillo lo conocen desde cuarto grado de escuela como La Yula. Recuerda que un día en una clase de inglés su profesor le estaba enseñando a él y sus amigos los meses del año, cuando al llegar al mes que lleva su nombre, el hoy vicecampeón mundial de boxeo no pudo pronunciar bien. La anécdota trascendió los años y ahora es enmarcada para contar la historia del mejor pugilista del país.
Lo Mejor del Boxeo tricolor en una gala
Leer másCastillo sigue sonriendo al contar el origen de su apodo. Asegura ser el mismo. Nada ha cambiado. Camina por las calles y saluda a quien lo saluda, olvidándose de la máxima etiqueta que este deporte pudo conseguir el año pasado en el Mundial de Rusia gracias a él y que en el 2019 le valió ser galardonado por varias instituciones deportivas del país e incluso por la Organización Deportiva Panamericana (PanamSports), quien lo premió con la distinción a los Valores Deportivos, título inédito en todo el continente.
“Cerré un 2019 muy especial. Si bien gané plata y no oro en los Juegos Panamericanos y en el Mundial, me llevo la dicha de haber jugado limpio. Acepté la derrota y porté a la altura, de ahí que el galardón PanamSports trasciende lo deportivo. No tuve que prepararme con entrenadores, ni colgarme alguna medalla, sino que fue en base a mi esencia, a lo que es Julio Castillo, a lo que me enseñaron mis padres. Los valores que están bien arraigados jamás se quitan”, precisó orgulloso el púgil que ya empezó su preparación para conseguir clasificar a lo que serían sus terceros Juegos Olímpicos: Tokio 2020.
En noviembre pasado, casi un mes después del Mundial, Julio comenzó con la preparación de esta temporada. Cuenta que durante las festividades de diciembre los seleccionados permanecieron en sus casas con sus familias, pero con un amplio plan de entrenamiento que cada quien debía cumplir con rigurosidad. “En esa etapa ya es a conciencia de cada deportista. Quien quiere hacer las cosas bien, cumple con lo que los entrenadores te dicen, quienes no no”, recalca.
Pese a lo que pueda parecer con los vicecampeonatos internacionales, Julio reveló a EXPRESO que el año pasado estuvo a punto de colgar los guantes porque las cosas no le salían como esperaba, pero continuó sin saber lo que le deparaba el futuro. “Si Dios y la vida me dieron la oportunidad de llegar tan alto, créame que la oportunidad de poder volver a estar en otros Juegos Olímpicos no la voy a desaprovechar para nada”.
Julio Castillo gana fuera del ring
Leer másDe momento, Castillo retornó a su natal Esmeraldas. Ahí junto a todos los seleccionados tienen previsto concentrarse definitivamente desde este lunes en el Centro de Alto rendimiento de Río Verde, donde entrenarán hasta el 5 de febrero, todo con el objetivo de llegar a punto al Torneo Preolímpico de Buenos Aires, donde Julio y el país tienen cifradas esperanzas de que obtenga el ansiado boleto a Tokio.
Agenda. Castillo entrena desde noviembre a distancia. Desde mañana se concentrará con la selección en Río Verde, Esmeraldas, hasta el 5 de febrero.