Julio Castillo: “Ya debería estar clasificado”
El boxeador Julio César Castillo trabaja en casa, mientras espera que se defina el tema de los Juegos Olímpicos
Su casa en Cuenca se ha transformado en un gimnasio. Son más de dos meses que el vicecampeón mundial de boxeo de los 91 kg, Julio César Castillo, pasa la cuarentena entrenando y conversando con su esposa.
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Leer másEl medallista de plata en el XX Mundial de Box Aficionado Rusia 2019, a estas alturas, si no ocurría lo del COVID-19, ya sabría si había logrado o no clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio.
Ahora deberá esperar el año 2021 para buscar el boleto a las olimpiadas.
Castillo está entrenando para un torneo internacional que se daría en el mes de noviembre en Rusia y luego seguir preparándose para el clasificatorio a los Juegos Olímpicos, que serán en Argentina en los primeros meses de 2021.
Hoy la capital azuaya está con semáforo en amarillo y eso le permite tener la libertad para realizar otras actividades.
LA TECNOLOGÍA LO AYUDA
Con la aplicación Zoom hace que los entrenamientos sean a diario entre Castillo y el resto de compañeros de la tricolor de boxeo. “Tengo un espacio físico para trabajar en casa, no tengo un ring, pero sí los guantes, ligas, cuerdas, que me sirven de mucho”, explica.
La parte física es lo que más ha entrenado y pulir la técnica, el control es a diario y a doble jornada: “Gracias a Dios está la tecnología para seguir preparándome, lo que nos hace falta es la competencia que se iba a dar”, explica el boxeador, quien disputó una histórica final mundial en septiembre del 2019 ante el ruso Muslim Gadzhimagomedov.
Se extraña dar puñete, que es mi deporte, pero ha servido para estar con mi esposa. Este tiempo lo vivo en familia
El sueño de llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio es su mejor motivación. El torneo clasificatorio estaba programado para abril de 2020, pero ha estado encerrado en Cuenca, su confesión tiene mucho sentimiento y ganas de seguir sacando la cara por Ecuador.
“La verdad debería haber estado clasificado para los Juegos Olímpicos con el favor de Dios, ese era mi destino, mi meta, entrenaba fuerte. En marzo era el viaje a Argentina. Es el sueño que tengo y por lo que he venido trabajando, pero nadie imaginó lo que iba a pasar”, comenta Castillo, quien todavía no tiene fecha para esa competencia.
Dice que sus ansias eran tremendas para que se dé ese torneo, pero se tranquiliza al saber que este tiempo servirá para estar mejor preparado.