El Khalifa, una fiesta ecuatoriana
El estadio donde la Tri jugó su último partido en este Mundial tuvo hasta hinchas de Aucas y Deportivo Quito. Algunos ni entraron; solo apoyaron
Los hinchas de Ecuador resultaron ser el alma de la fiesta del Grupo A al adueñarse de las previas de los tres partidos que la Tri disputó en Qatar 2022.
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Leer másAnte los dueños de casa fueron los mejores y únicos; ante Países Bajos se llevaron la medalla de oro en apoyo a la selección y, este martes 29 de noviembre, ante Senegal, fueron más que el punto amarillo, azul y rojo en el estadio Khalifa.
Ver en Qatar a un fanático de Barcelona es normal, debido a que son mayoría, pero que asistan hinchas de Aucas, Deportivo Quito y El Nacional es un lujo de pocos.
Este martes, antes de iniciar el cotejo, Edwin Tingo portaba la camiseta del Papá. Repetía que no era su primer Mundial, pero que este era único, mágico, debido a que viajó como un hincha campeón. “Con la camiseta de Aucas al Khalifa, para que el mundo vea quién es el campeón de Ecuador”, expresó lleno de emoción.
Por su parte, José Oña se sentía más que feliz porque su camiseta de Aucas la veían en Medio Oriente. Del otro lado, Leonardo Tito llevaba orgulloso la casaca del Deportivo Quito, la misma que llevó para que nadie se olvide que sigue siendo grande en su corazón.
Si bien los hinchas de Senegal andaban con orquesta desde África, quienes se robaron el show fueron los ecuatorianos que bailaron hasta que se cansaron, eclipsando incluso a veces los mismos cánticos de los africanos.
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Leer másGabriela Ocaña, una ecuatoriana, fue uno de ellos. Llegó desde Quevedo y pidió no ser fotografiada porque se fue a Qatar a “escondidas”. Ya tenía una semana en Medio Oriente y estaba bailando afuera del Khalifa, aunque seguro ya la están llamando porque “alguien” le dijo al jefe que estaba con la Tri.
“No me vaya a sacar en el Diario, vea que ando camuflada, luego me quedo sin trabajo; estoy con permiso médico”, dijo entre risas, al tiempo que aseguró haber gastado cerca de $ 7.000 en una semana, entre pasajes y dos entradas.
Los “ecuatorianadas” no pueden faltar en esta fiesta mundial. Muchos llegan a los estadios aún con las maletas; suelen dejarlas guardadas con gente de FIFA. Uno de ellos es Javier Quezada, a quien el dinero ya no le alcanzó, porque todo se lo gastó en cerveza. Reconoce que se olvidó el precio y como es “mala juma” en una noche llegó a gastarse $900 en dos botellas de licor. Ahora anda arrepentido, pero dice que ya es la mejor anécdota que tiene en su vida.