Kitsy Ycaza, un desafío en 'tierra de hombres'
La única jocketa del país sigue una tradición familiar que aprendió a amar y que reconoce aún le falta mucho en el tema de igualdad de género
Es la primera carrera de un domingo cualquiera en el hipódromo ‘Miguel Salem Dibo’ y en el partidor anuncian la salida de seis caballos; todos pura sangre. Cada uno de 500 kilos (1.100 libras) y alrededor de 2 metros de altura, hacen parecer insignificante que quienes llevarán sus riendas pesen apenas 49 kg y sean muy parecidos físicamente, a diferencia de que el que va encima del caballo con la escarapela #6 le sobresale del casco una larga caballera negra.
Es una mujer. Tiene 22 años, es guayaquileña y lleva consigo un legado que no esta dispuesta a dejar ni por “las mentes más cuadras” que creen que las carreras de caballos son solo para varones. Su nombre: Kitsy Ycaza Molina, la única jocketa del país.
En el hipódromo su sola presencia es sinónimo de simpatía. La mayoría la conocen. Desde que entra, hasta cuando se cuela por los graderíos o las ventanillas de apuestas, la saludan. Y es que cuando dice que fue “criada entre las patas de los caballos” no miente. Su papá fue jinete, entrenador y hoy en día es herrero; su abuelo se dedicó a ser cuidador de caballos; todos sus tíos de parte de papá han sido jinetes; mientras que la mayoría de sus primos actualmente están corriendo con ella. En total son 6 en línea de partida.
“Esta es mi vida. Cuando nací, mi papá ya estaba retirado como jinete, pero seguía como herrero, así que cuando iba a trabajar nos llevaba a mi hermano y a mí y; mientras él hacía sus cosas, nosotros montábamos”, comenta la joven que además está próxima a terminar sus estudios de zootecnia y veterinaria en la Universidad Agraria del Ecuador.
Pero el camino no ha sido fácil. Kitsy pasó de ser una simple acompañante de su papá, a trabajar con los caballos con el objetivo de montarlos a la edad de 11 años y no fue sino hasta los 16 en que recién pudo hacerlo en carreras oficiales, todo porque una mujer no era bien vista en esta deporte.
“Si para un hombre ser jinete es complicado, para un mujer lo es mucho más. Yo por ser mujer de entrada no tuve acogida, nadie confiaba en que podía montar al nivel de un varón. Eso sin contar que la mayoría de los jockeys tienen que salir de la escuela de jinetes de Buijo, pero yo no podía por mis estudios del colegio, así que venía de tarde”, precisa.
Pese a todas las trabas por los estereotipos el 17 de noviembre de 2013 se rompió el celofán. Kitsy Ycaza era anunciada por los altoparlantes del hipódromo y era ella quien entraba encima de Par Doble, un ejemplar con el que había entrenado desde pequeña, ya que se negó a tomar la opción de ‘Blue News’, otro caballo que le estaban asignando. Al final si bien no ganó -quedó penúltima-, Blue News terminó última.
“Pasa muy seguido; regularmente al momento de asignar los caballos no es que yo siempre tenga las primeras opciones (mejores animales). Me ha tocado oír decir ‘que Kitsy no me lo monte, quiero fuerza en un caballo’, cuando montar a caballo no depende del sexo de quien lo lleva. Cuando hay caballo, hay jinete. Este deporte es un 50-50. Un jinete tampoco puede obrar milagros”, dice tajante y segura al reconocer que hace un año hubo otra jocketa, pero se retiró y solo quedó ella.
Entre los logros y participaciones más importantes de Kitzy consta haber estado en el Campeonato Internacional de Jocketas 2014 que se disputó en Ecuador y al que acudieron representantes de Brasil, Chile, Perú, Argentina, Estados Unidos y Canadá. El torneo constaba de 3 carreras de las cuales Kitsy, para sorpresa de todos, ganó la primera.
“Fue inolvidable, el hipódromo estaba en su capacidad máxima y me dieron la bandera de Ecuador para flamearla ante toda la tribuna que aplaudía sin cesar”, reseña. Esa participación le valió para que del 2015 al 2018 la inviten a competir a Brasil, así mismo en torneos de jocketas y aprendices, donde obtuvo segundos y terceros lugares. Además tuvo unos meses de práctica en la escuela de jinetes de Perú.
Hoy Kitsy no se desanima. Sabe que tiene el nivel para mucho más. Los estereotipos de la gente “no vencerán”, dice, aunque tenga que seguir cambiándose de ropa en el cuarto de preparadores, cuando los jinetes tienen un vestidor separado. Los caballos, montar y todo lo que conlleva la actividad es lo que ama y seguirá en ello. Es joven, llegará lejos.
De jinete aprendiz, a profesional hace 1 año
En la hípica, específicamente en el apartado de los jinetes, un deportista de estos pasa a ser considerado profesional al conseguir la victoria # 50 en carreras oficiales, algo que Kitsy ya logró coincidentemente hace casi un año.
“Fue todo un ritual. Mi familia y amigos empezaron la cuenta regresiva desde la carrera 45 hasta que sucedió, curiosamente en una competencia donde no era favorita. La sensación fue especial. Me anunciaron por altoparlantes que pasaba de aprendiz a profesional ante el aplauso de todos... Y es que pocos pensaron a que ese día llegaría y aquí estoy”, dice con orgullo. Actualmente Ycaza contabiliza 51 victorias y más de 500 carreras montando, con la particularidad de que las veces que ha subido al podio han sido con caballos no favoritos. En ese grupo está Song Da Vino, el mismo que montó el día en que fue realizado este reportaje con quien contabiliza 9 victorias y es entrenado por Armando Roncancio.