Liga de Quito, un "gracias Dios"
Los albos, en el camerino, rezaron, mientras que Alexander Alvarado pedía perdón por la expulsión. Defensa y Justicia, próximo rival
Dejaron tristes a 60.000 hinchas del Sao Paulo y luego celebraron con abrazos y rezos. La clasificación de Liga de Quito a las semifinales de la Copa Sudamericana, la noche del jueves 31 de agosto, en la tierra de la samba, se vivió con mucha alegría, respeto y muestras de fe.
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Leer másEl camino al que puede ser su segundo título en esta competencia se definió por la vía de los penales. Después de eso, lo que sucedió en el camerino del estadio brasileño fue una locura, la otra cara de los jugadores, el lado humano que pocos ven.
Mientras los albos iban llegando, sonaba salsa choke de fondo. Así, hasta cuando el capitán Ezequiel Piovi dijo que era hora de hacer el círculo y todos se abrazaron para rezar un Padre Nuestro. Era la hora de darle gracias a Dios. La mayoría lo hizo con los ojos cerrados.
El “Santificado sea tu nombre” fue casi gritado, con fe. Antes de eso, Alexander Alvarado pidió perdón por la expulsión en el minuto 48 del crucial partido. Dijo que sufrió demasiado viéndolo desde un televisor.
Y es que Liga de Quito quiere volver a ser campeón de la Copa Sudamericana. Su siguiente rival en el camino es Defensa y Justicia. De ganar, la final será otra vez en Brasil, como en el 2009, cuando los albos vencieron a Fluminense.
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Las palabras del entrenador Luis Zubeldía no fueron las de un DT enfocado en lo deportivo. En medio de la algarabía se acordó de los ‘invisibles’ del equipo. “Se lo dedicamos a todos: empleados que trabajan desde el anonimato, a toda la dirigencia, al cuerpo técnico, el staff, jugadores y a toda la familia nuestra”.
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Leer másEsas palabras hizo que en algunos de ellos rodaran lágrimas. Eran de felicidad y de fe.
Mientras que el hombre del último penal, Jhojan Julio, se mostró feliz y hasta declaró que su amor por Liga de Quito ha sido de siempre. “En esta profesión es lindo pasar buenos momentos y ser parte de un grupo que te ayuda a crecer. Sabíamos que no sería fácil, trabajamos duro y acá está el resultado; queremos llegar lejos en este club y lo estamos demostrando paso a paso”, dijo un emocionado Julio.
Además, abrió su corazón en plena Copa Sudamericana. “La base para seguir creciendo ha sido el apoyo del cuerpo técnico, del staff, el trabajo y el apoyo de mi familia, además me crié acá, siento lo que es esta camiseta, desde el primer día que estuve en Liga de Quito”.
Los albos jugarán la semifinal ante Defensa y Justicia el 29 de septiembre, en Quito, y la vuelta será en Argentina.
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