LigaPro: Volver a jugar, entre lo ideal y lo urgente
El 29 de julio podría regresar el torneo local, pero los técnicos hablan de los plazos que necesitan para afinar a sus equipos antes la competencia
LigaPro y el Comité de Operaciones de Emergencia Nacional revisaron, ayer, el protocolo para volver al fútbol. Y de allí salió el 29 de julio como la fecha estimada para que reinicie la competencia.
Aunque ese día todavía no está ratificado, sirve como punto de partida para que los clubes definan su ruta de trabajo. Y con ello aparece la primera disyuntiva: la necesidad de volver a jugar y el tiempo que requiere un equipo para estar afinado antes de la competencia.
Las necesidades, básicamente, van por lo económico. Gran parte de los ingresos por auspicio están suspendidos en la mayoría de clubes y su situación financiera es, cada día, más complicada.
Pero lo deportivo también pesa. Y mucho. En ese sentido, los entrenadores tienen un corto plazo para ajustar a sus jugadores, tras cuatro meses sin competencia.
Una pretemporada con el equipo completo lleva seis semanas. Todavía no hemos podido contar con el número ideal para afinar los trabajos. Dentro de las dinámicas estamos haciendo cosas que se simulen al juego en espacios reducidos, pero en cuanto se confirme la fecha de reanudación, nos tienen que dejar un margen para entrenar con todo el grupo.
El entrenador de Independiente del Valle, Miguel Ángel Ramírez, puso la primera alerta. Para él, el tiempo mínimo ideal es seis semanas de trabajo con todo el equipo. Y eso, todavía no se ha dado.
De acuerdo al protocolo aprobado para volver a las prácticas, se inició con grupos pequeños y en horarios distintos. Y desde la semana anterior se pudo entrenar en grupos de hasta 15 jugadores.
Si bien ese aumento fue un gran paso, como reconoció el entrenador de Delfín, Carlos Ischia, todavía no alcanza. “Ahora las condiciones están así. Por eso, quien se adapte mejor podrá sacar ventaja desde el inicio”, dijo el argentino antes de su primera sesión con el campeón nacional.
Cuando la paralización va de 20 días a un mes (final de campaña) con una pretemporada de cuatro a cinco semanas alcanza, pero con todo el grupo. Esta vez se detuvo mucho más tiempo y no hay una experiencia en ese sentido. Hay muchas variables. Lo ideal habría sido trabajar con todo el grupo desde el principio, pero ahora solo queda esperar la aprobación.
Luis Soler, secretario técnico de Aucas, considera que en grupos de 15 jugadores se pueden hacer trabajos por líneas, como encarar a defensas con delanteros o ensayar movimientos ofensivos. Pero hace falta el fútbol formal, que solo se puede cumplir con grupos de mínimo 22.
“Si desde el lunes nos dejan trabajar en grupos grandes se puede llegar al 29 de julio en buenas condiciones porque se podrían armar inclusive amistosos”, dijo Soler.
El entrenador de Liga Deportiva Universitaria de Quito, Pablo Repetto, también toma como referencia a una pretemporada regular. Su plazo es de hasta cinco semanas, considerando que la paralización por vacaciones es de un mes, aproximadamente.
Estamos entrenando en grupos de hasta 15 jugadores. Eso nos permite trabajar en la parte táctica por líneas. Lo único que nos faltaría es hacer fútbol formal, con grupos de 22 o 25. Si la fecha va para el 29 de julio y nos autorizan a trabajar en grupos más grandes podríamos llegar en buenas condiciones, no perfectas, pero se podría llegar en buenas condiciones.
En este caso, el fútbol se detuvo desde marzo y hasta el momento no han podido trabajar con todo el plantel al mismo tiempo.
“Hay muchas variables, pero lo importante es que ya hay una fecha preliminar. Eso nos permitirá ajustarnos dentro de lo posible. Ojalá se pueda trabajar pronto con todo el equipo y organizar un par de amistosos”, indicó.
Los entrenadores coinciden que más allá del plazo que tienen para ajustar a sus equipos, la competencia les irá dando otras conclusiones para seguir corrigiendo nuevos errores, que serán normales.
Amistosos
Los equipos buscarán la autorización para jugar partidos comprobatorios antes del inicio de la competencia oficial. Ya existe un protocolo de bioseguridad, pero todavía no están aprobadas las reuniones. Además, para comenzar será solo entre instituciones de la misma ciudad.
