Lucía Yépez en París 2024: así vivió su familia la clasificación a la final
La luchadora ecuatoriana supera ya el diploma de Tokio y va por el oro en los 53 kg. Su familia la apoyó desde Quevedo
“Mi hija es una campeona”, fueron las palabras de María Guzmán, madre de la luchadora Lucía Yépez, al conocer que el jueves 8 de agosto su pequeña irá por la medalla de oro en la prueba de lucha libre 53 kg de los Juegos Olímpicos de París 2024.
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Su madre se llenó de nervios y no paró de pedirle a la Virgen de Guadalupe que acompañe a su hija en el combate por la semifinal, en el que venció a la alemana Annika Wendle a quien no dejó ni respirar, porque el marcador terminó 10-0.
Fue en la sala de su casa, ubicada en el sector La Floresta, de la parroquia Venus del Río, Quevedo, en la provincia de Los Ríos, donde toda su familia se reunió y disfrutó a lo grande de la victoria de la luchadora de 23 años.
La alegría se apoderó de todos cuando la Tigra mostró superioridad en la arena Champs de Mars y empezó a derribar a su rival. Las emociones aumentaron en el momento que Lucía sacó de la lona a la alemana.
Para su madre, la Tigra tiene merecido su éxito, ya que ha visto el sacrificio que ha realizado para prepararse. No en vano fue diploma olímpico en los Juegos de Tokio 2020+1, en la que alcanzó el octavo puesto.
Al término del combate, Lucía llamó a sus familiares para contarles cómo ‘cocinó’ el triunfo y no dudó en dedicarles el logro: “Voy por ese oro, por ti mamita; por mis hermanas y por todo el Ecuador”, les dijo emocionada.
Ahora su familia estará pendiente del combate que encarará el jueves 8 de agosto cuando a las 11:15 inicien las disputas de las finales. La tricolor irá ante la japonesa Akari Fujinami, actual campeona mundial de la lucha libre en los 53 kg.
APOYO FAMILIAR
En la casa de Lucía todos han hecho un ‘pare’ a sus labores, para apoyarla. Su madre recordó con nostalgia que ella nació en el cantón Mocache y luego se mudaron a vivir a Quevedo, cuando La Tigra tenía 5 años, donde unos años más tarde empezó a entrenar en la Liga Deportiva Cantonal de Quevedo.
En medio de las emociones, Lucía le dijo a su mamá: “ahora sí se va a comprar una casa bonita”. La progenitora le respondió que se concentre en su combate que ella rezará a Dios para que gane.
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