Lionel-Messi
Lionel Messi cumplirá su contrato con el Barcelona, aunque ya no es feliz en el equipo.Archivo

Messi, una novela con final ‘feliz’

El astro argentino dice que no quiere iniciar un conflicto legal con el club que le ha dado todo. Su millonaria cláusula de salida es otro motivo

Leo Messi no quiere litigar en los tribunales contra el FC Barcelona y por eso se queda un rato más. Sería una foto dura, áspera, que le haría mucho daño delante de los aficionados que tanto lo han querido. Messi desea preservar su imagen ante la mano dura e inflexible de su presidente, Josep María Bartomeu, que defiende el escudo del Barça como un fuerte del oeste.

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Setecientos millones de euros, la debatida cláusula de su contrato, tienen la culpa. No hay club en el mundo, en plena pandemia además, que acceda a tamaña barbaridad. Por primera vez, funcionó una cláusula. Habitualmente se ponen en los contratos para disuadir a osados, porque al final siempre se negocia en una mesa y se pone precio a un traspaso.

Nunca hay que confundir valor con precio. El precio justo es voluble. Messi es un producto muy caro y el desenlace después de un culebrón que ha alimentado audiencias históricas, deja varias reflexiones tras la entrevista que concedió Messi a Goal.com.

NO SE SIENTE BIEN

En primer lugar, no cree en el actual proyecto del FC Barcelona. Lleva un año pidiendo irse. Necesita nuevos aires. Leo -gran parte del entorno del fútbol no lo sabe- es un futbolista muy exigente. Él persigue la excelencia cada día, en cada entrenamiento. Él es el número uno. El mejor. Y no se siente a gusto cuando ve que no le corresponden. Especialmente en el ámbito deportivo.

Messi es un felino. Gana títulos a bocados. Y ha visto cómo la plantilla se va diluyendo, el talento se ha ido evaporando sin Xavi e Iniesta; sin la jerarquía de Puyol. Messi entiende que si manda una diagonal a Jordi Alba al costado izquierdo, el balón debe llegar en condiciones para buscar el gol. Por eso, pondera a Jordi.

Exige a todos los que le rodean máximo rigor, nivel top, competitivo. No sabe perder. Y en ese escenario, Messi ahora no se sentía cómodo y quiere volar, encontrar nuevos retos.

Da igual que sea millonario su contrato. Messi no es feliz y quiere irse. Una cláusula de 700 millones que nadie puede pagar en el mercado le obligan a seguir un año más. Es profesional y lo debe acatar. Tendrá que evitar, con apoyo de los que están y de los que quieren estar en el FC Barcelona, que estos meses no se conviertan en una tortura. Ningún actor de este docudrama lo merece. Cada uno peleó por sus intereses con uñas y dientes.